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viernes, marzo 29, 2024

Laboratorio Ministerial parte 1

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Dios no envía a nadie a la tierra, sin ministerio. El propósito es el envoltorio de los dones, habilidades y ministerios. Si cumples tu propósito, también cumples con tu llamado sobre la tierra.

La constitución del Reino la cual es la biblia, contiene distintas leyes que son legítimamente establecidas por el legislador. Una de ellas es la habilitación de los 5 ministerios en la iglesia. Ese decreto está debidamente constituido en Efesios 4:11.

Ahora bien, toda habilidad, don o equipo de trabajo en la tierra que esté al servicio del cuerpo de Cristo, proviene de alguna de las 5 fuentes ministeriales debidamente constituidas por el gran legislador Jesucristo.

Sin importar los nombres de las diferentes áreas de servicio en la tierra, cada una proviene de alguna de estos 5 oficios ministeriales.

Hoy en día, la iglesia batalla, pelea, y discrepa entre sí, no por los desempeños ministeriales, ni por los frutos producidos, sino por los nombres que usan los ministros. Cada tiempo de la iglesia en la tierra, lamentablemente ha marcado un tema de pleitos y discusiones que lo único que hace, es desmembrar el cuerpo que debería de estar unido y funcionando en consorcio en su trabajo en la tierra. Así que el mundo dice “¿Por qué abre de ser cristiano o asistir a una iglesia, si ni ellos mismos se ponen de acuerdo en sus funciones ministeriales? “

Cada sarcasmo publicado en redes sociales, para atacar a los que usan un nombre ministerial desgasta la imagen del cuerpo de Cristo ante el mundo. Así que la iglesia se ve igual que la batalla entre partidos políticos.  Cada uno diciendo “nosotros tenemos la verdad, y aquellos no” por lo tanto las naciones han dejado de creer en los políticos al igual que han dejado de creer en los ministros y en sus organizaciones.

La iglesia debe de funcionar como un organismo que ayuda al buen funcionamiento del cuerpo y no como una organización que lo ataca y perjudica.

Efesios 4:11, es la ley constitucional que hoy en día tiene más problemas en ser creída y funcional.  La ejecución de lo que Cristo constituyó a manera de 5 ríos ministeriales para la iglesia, en vez saciar la sed, ha venido a deshidratar el paladar de la iglesia, y todo porque no se aceptan los 5 ministerios en el ahora.

Muchos creer en los 5 ministerios, pero encasillan su ejercicio a tiempo y espacio. Es decir que creen en el ministerio apostólico, profético, pero no que funcione hoy, sino que funcionaron en el pasado, pero que en el ahora ya están cesantes.  Como que la constitución haya tenido una enmienda y que, por lo tanto, ya no son vigentes en nuestra época. Otros determinantemente, eligen, que ministerios si y que ministerios no, son los que están debidamente patentizados por ellos. Y otros si creen en los 5 ministerios, pero menosprecian a unos más que a otros, subestimando por jerarquías lo que siempre tuvo que funcionar en común acuerdo.

la verdad es que es inconstitucional las peleas ministeriales.

Dios nos dejó una forma para examinar y aceptar el ministerio de cada uno en el cuerpo de Cristo. 

Ese termómetro, proviene de su laboratorio ministerial, el cual es: “por sus frutos os conoceréis”.  a nuestro maestro le parece que la mejor manera de juzgar o aceptar los ministerios, es observando el trabajo, los frutos y los resultados que cada uno aporta al cuerpo de cristo.

Por ejemplo, en la actualidad se le ha llamado al surgimiento de Apostoles, y Profetas: la fiebre de la Apostolitis y Profetitis. 

Pero en los pasados tiempos, hubo una época en que todos querían ser pastores, así que pudo haberse llamado la fiebre de la pastoritis, o en los años 80, cuando se levantaron grandes evangelistas, varios pastores dejaron sus iglesias para dedicarse a la obra evangelística de ciudad en ciudad, y a eso también se le hubiera podido llamar la fiebre de la evangelitis. O en la actualidad, cuando muchísimos pastores dejan de trabajar para el crecimiento de sus iglesias y se dedican de lleno a sacar uno y otro título, diploma o grado teológico, para ser reconocidos como grandes maestros, también se les podría llamar megistritis o titulitis aguda.

Es decir, la iglesia podría tener diferentes piedras para lapidarse a sí misma. Y Esta sería una guerra eclesiástica interminable.

Por lo tanto desde el laboratorio ministerial, Cristo oro aquí en la tierra, diciendo “Padre… yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son,…para que sean uno, así como nosotros…mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mi por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste…para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste. Juan 17

Los nombres y los nombramientos ministeriales, no deben de causar discusión en el cuerpo de Cristo, pero si nos debe de alarmar los pocos frutos que se producen. Creo que lo más grave de un ministro, no es que ministerio de los 5 ejerce, sino cuantos resultados significativos este alcanzando.

Los 5 ministerios son como los 5 dedos de la mano, juntos ayudan a empuñar con firmeza la espada y son capases de conquistar la victoria y vencer al enemigo.

Recordemos que al final se juzgara no el nombre que usamos aquí en la tierra, sino más bien, si dimos a conocer el nombre de Jesús en el mundo.

En resumen, hagamos famoso el nombre de Jesús, más que nuestras opiniones y discrepancias.

Solo así seremos una iglesia indestructible. Y las puertas del Hades no prevalecerán contra nosotros.

Pai Otoniel Alvarado.

Casa Emanuel Para todas las Naciones.

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