Y a su madre no bendice.” Proverbios 30.11
La relación con los padres es un indicador del carácter de un niño.
Cada hijo debe aprender a honrar a sus padres, pues ellos son el instrumento de
Dios para darle la vida y formarles. Insultar a los padres, maldecirles, avergonzarse
de ellos o no ser agradecidos no es algo que un hijo debe procurar hacia sus papás.
Sin embargo, los niños también deben ser objeto de nuestro respeto, cuidado,
provisión, ejemplo y guía. Todo lo que sembremos en los niños tarde o temprano lo
vamos a cosechar.
La promesa sigue vigente: Honra a tu padre y a tu madre para seas de larga vida
sobre la tierra. ¡Bendice a tu padre! ¡Agradece a tu madre!
