No es cierto que siempre soy una mujer fuerte, yo también me rompo en mil pedazos, solo que he aprendido a mantenerme firme en que nada se ha salido del Control de Papá Dios, aunque a veces piense que: “no se vale”.
Con este cafecito conversaremos como todos pasamos alguna vez en la vida por una fase de luto o duelo ante la pérdida física o emocional de un ser querido o de alguna situación material, inclusive estar perdiendo el hermoso regalo de la salud, que sentimos rompernos es mil pedazos, pero con frecuencia es algo de lo que nos cuesta hablar, porque duele.
Comúnmente ante esta situación las fases son: negación, enfado, ira, indiferencia, negociación, dolor emocional o depresión y aceptación, es ahí donde nos es válido tener muchos sentimiento encontrados, tales como: sentirnos tristes, sentir que no puedes, tener confusión ante la situación, querer dejar todo atrás, enojarnos, frustrarnos, miedo, depresión, llorar hasta quedarnos dormidos, entrar a la ducha y llorar para que nadie en casa escuche o porque es más fácil limpiar con el agua de la ducha las lágrimas, dejar de comer o comer en exceso, despertarte de madrugada pensando ¿qué es lo que paso?, inclusive pensamientos de querer morir y así sucesivamente todos presentamos diferentes emociones ante una pérdida.
Quiero contarte como he ido en la fuerzas de Papá sobrellevando cada proceso y es aquí donde nace el nombre “Mi Cafecito con Jesús”, porque me he dado la oportunidad de poder hablar sin tabúes, sin miedo al qué dirán con personas a quienes llamo “agentes secretos” que son amigas específicas, como ángeles en mi vida, que prestan sus oídos para escucharme sin juzgar la situación por la cual estoy pasando, darme el suficiente consuelo y amor, permitiéndome liberar mi interior del dolor que pueda sentir en ese momento, la situación no cambia pero el dolor se libera.
“El dolor nos muestra un pedazo de realidad que aún no hemos sabido acoger. Es una parte de la vida, una escena a la que cerramos la puerta en las narices porque aún no hemos aprendido a darle la bienvenida”.
En cada proceso me he hecho a mí misma esta pregunta ¿Claudia cómo vas a cruzar en este momento?
Inmediatamente me respondo: Claudia Papá Dios te ha dado esa enorme capacidad para adaptarte con resultados positivos frente a situaciones adversas, y he aprendido a memorizar palabra para que en ese momento de cruzar haga rhema en mi inteligencia emocional, una de ellas es: Salmo 92:10 “Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; Seré ungido con aceite fresco”.
La palabra tiene poder en nuestras vidas y es uno quien debe tomar la DECISION de PARARNOS EN LA LINEA DE BATALLA Y ESE MOMENTO ES EL DE CRUZAR. Sacando fuerzas desde lo más profundo de nuestro interior y es ahí donde comienzo a través de la FE a sentir paz de la que sobrepasa todo el entendimiento, que absolutamente nada se ha salido del control de Papá y esa es inteligencia emocional.
¿Suena fácil verdad? No, no es fácil, pero si es posible, y somos responsables de trabajar el sentimiento con esfuerzo y valentía. Por tanto, me sirvo más cafecito y te comparto que cuando me encuentro en una situación similar y hasta querer llegar a un estado depresivo de los cuales he vivido muchos y lo he narrado abiertamente en uno de mis cafecitos de mi libro “Ordenando los juguetes tirados”, he aprendido a amarme y consentirme, sí, yo solita… porque no puedo dar lo que no tengo, si decido quedarme en casa lo hago y escucho música de preferencia alabanza, ordeno la casa, hago o pido mi comida preferida, tomo cafecito por supuesto en la pequeña terraza de mi casa donde puedo apreciar el inmenso cielo y hablar con Papá, veo películas que a mí me gustan, leo mucho, escribo bastante (sobre todo actualmente que estoy escribiendo mi nuevo libro “La vida es el Don más beyo” (aún con mis errores) y esta columna es parte de el), salgo de casa a caminar al parque con mi bella perrita labrador “Candy”, en el parque me subo a un columpio y me encanta ver la sonrisas de los niños para hacer sonreír a mi niña interior que puede estar triste, también agarro un libro que me guste y edifique y voy por un café que me guste a mí, busco a mis agentes secretos (amigas y familia), gracias a Papá Dios estoy bendecida con trabajo secular el cual me encanta, disfruto y trato de dar lo mejor y un extra cada día y hasta me permite disfrutar una perrita adoptada en el trabajo llamada “chili” (risas, los fines de semana me dirijo a visitar: asilos, hospitales, orfanatos, indigentes, lugares donde hay alcohólicos, compartir un café con alguien especial y entonces voy entendiendo que es válido dejar salir mis lágrimas y sentir sentimientos encontrados; pero, mi querido lector, lo que no es válido es regodearnos en el dolor, porque ¡SI PASA! Pero… ¡NO PASA NADA! Porque en medio de ese dolor o miedo es el MOMENTO de PARARME EN LA LINEA DE BATALLA Y CRUZAR por medio de LA FE.
Por eso no pierdas el momento de amar a Papá Dios por encima de todas las cosas, perdona rápido, ama sin excepciones, ríe, canta, llora, come tu comida preferida, disfruta tu familia y seres queridos, amate, deja de estar pendiente de la vida de los demás, al menos que sea para ayudarles, deja salir tu inocente niño interior, deléitate con un café o bebida de tu preferencia, lee, mira películas, sácale el jugo a cada instante de tu vida porque recuerda que: “la vida es el don más bello, aún con nuestros errores”.
Mi anhelo con este cafecito que hemos conversado es, que en cada proceso, únicamente te pares en la línea de batalla “un día a la vez”, recordándote que en medio de la situación SIEMPRE “LA SONRISA GOBIERNE TU VIDA”.
Isaías 41:10
10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
¡UN ABRAZO!
Escritora Libro:
Ordenando Los Juguetes Tirados,
Columnista La Prensa Cristiana y otros
Medios digitales.
