Todo cuanto existe le pertenece a Él y fue hecho para Él. Cada ser humano
encuentra su plena realización cuando comprende esta verdad y decide vivir para Su
Creador. Que Dios sea soberano implica que Él obra Su voluntad siempre.
Para nuestra limitada perspectiva, puede parecer que el mal es algo que se le ha
escapado a Dios de las manos y por ser Él bueno que de alguna manera no logre
controlar por completo. Con claridad este día somos animados a recordar que hasta
el malo tiene un propósito dentro de los planes de Dios. Nada ni nadie escapa a Su
voluntad. Por ello debemos confiar plenamente en Él y en Su plan, Dios sabe lo que
está haciendo aún cuando nosotros no tengamos en panorama completo, no lo
entendamos o nos cueste aceptarlo.
Cuando confiamos en Él demostramos que vivimos para Él.
