Pero honra del rey es escudriñarlo.” Proverbios 25:2
¡Feliz Navidad! La majestad de Dios es indiscutible y queda en evidencia por el
misterio más grande que Él tenía escondido desde los siglos: Que la segunda
persona de la Trinidad vendría a este mundo, como uno de nosotros, tomaría
nuestro lugar y pagaría lo necesario para que todos tuviéramos la oportunidad de
ser participantes de la naturaleza divina. No hay misterio más grande ni hay tarea
más loable que la de entender el Plan Eterno de Dios. La tarea del rey es escudriñar
la voluntad de Dios, cada persona en autoridad debemos comprender su voluntad y
una vez entendida debemos vivir a la luz de ella. La Escritura dice que en Cristo
hemos sido hechos reyes y sacerdotes, de tal manera que debemos escudriñar el
misterio de Dios revelado en Jesucristo y al momento de recibirlo, debemos
compartirlo con los que están a nuestro alrededor. ¡Compartamos la buena noticia!
