Mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?” Proverbios 27.4
Acá tenemos tres pasiones que son peligrosas y cada una se describe en la gravedad
de su daño. La IRA busca actuar con alevosía y hacer daño al objeto del enojo. El
FUROR como la consecuencia de una ira desbordada, nubla la vista y puede causar la
destrucción del otro sin detenerse a pensarlo. Pero más grave que estas dos es la
ENVIDIA, los celos. Es decir, cuando el bien ajeno me causa pesar y hago de ese
sentimiento el hilo conductor de mis acciones, ¡pobre de mí! La envidia puede
llevarnos a hacer cosas mucho peores que la ira y el furor, por ello es importante
que cuidemos nuestro corazón. ¿Ira, furor o envidia? ¡Cuídate de las tres! Cuando lo
haces vives con sabiduría en acción
