Cantidad de días, abundancia de vida y bienestar son tres elementos que Dios nos
ofrece como resultado de buscarle a Él cada día y de estar comprometidos a
obedecer Su voluntad. En la escritura siempre vemos como una bendición la
longevidad de una persona y cada día debemos agradecer por nuestras personas
mayores. Mucho más si esa largura de días viene acompañada de salud y realización.
Finalmente, el “shalom” de Dios implica un vida mejor, plena y completa. Este es el
resultado de obedecer al Señor, una vida larga y abundante, mejor en cantidad y
calidad de días. Procura esta vida con sabiduría en acción.