“Esta es la historia de Jacob y su familia.” Génesis 37.2 NVI
¿Qué historia está escribiendo tu familia?… la Biblia nos cuenta la historia de la familia de Jacob,¿Cuál es la historia de tu familia?… la vida familiar está llena de momentos, relaciones, situaciones, experiencias que van construyendo la trama de la historia de nuestra de casa. Hay hermosas historias de vida familiar entre esposos, padres e hijos, hermanos, etc. y también hay historias de terror. Lo que si debes tener en mente es que no hay historias de familias perfectas, eso solo pasa en las películas, solo allí hay esposos fascinantes, hijos encantadores, esposas impecables. En la vida real también los hay, pero no son así todos los días, hay días en los cuales tenemos que soportarnos y seguir viviendo juntos.
La familia es una institución de “Alto Mantenimiento”, eso significa que debemos ser cuidadosos, detallistas, pacientes, perdonadores, misericordiosos, etc. etc. etc. … y eso es todos los días. Imagínate cuántos peligros y enemigos puede haber en la vida familiar, déjame mencionarte 3 que están en “el top” basado en las consultas, consejerías y experiencias familiares: Egoísmo, Orgullo y Pecado. Hablemos un poco de ellos:
- Egoísmo – “Solo yo cuento”. Es una actitud individualista, nadie más importa, solo tus intereses, acaparas el tiempo, el dinero, la atención; es buscar solo la propia conveniencia. Si quieres ser efectivo en causar serios problemas en tu casa, por favor no pienses en nadie que esté a tu alrededor y haz lo que quieras, con lo que quieras, cuando quieras, así no fracasarás en tu misión por aniquilar el corazón de tu familia. Pero si por el contrario quieres que tu casa sea un lugar en donde se escriba una maravillosa historia, practica la solidaridad familiar, y en cada paso que des considera que tu familia cuenta contigo y que hay otras ideas, actividades, necesidades, intereses además de ti.
“Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás. La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús”. Filipenses 2.4-5 NVI
- Orgullo – “Solo yo tengo suficiente valor”. Ahhh el famoso “orgullo”, cuánto daño causa ¿no es cierto?… todos hemos sido víctimas de él, y todos hemos dañado con el también. Es una fría muralla que destroza palabras, deseos, intenciones, amor, corazones. Lanza un tomate contra la pared con todas tus fuerzas y tendrás una idea de lo que el orgullo hace con la vida de alguien. El orgullo es soberbia, altivez, aniquiladora altanería y arrogancia, cuánto menosprecio derrocha una persona orgullosa. En la familia es una serpiente venenosa que intoxica las relaciones hasta destruirlas, muerte lenta y dolor profundo. Para combatir el orgullo en tu familia la palabra es “HUMILDAD”, y eso es ser más como Jesús y menos como tú. Ceder, valorar, callar, abrir la actitud, escuchar y considerar, si quieres practicar la humildad recuerda que no se trata de quien es el mejor o solo tener la razón, es reconocer que cada persona en tu familia tiene un enorme valor y cuenta.
“Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso” Proverbios 16.18 NVI.
“No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con HUMILDAD consideren a los demás como superiores a ustedes mismos” Filipenses 2.3 NVI
- PECADO – “Haciendo lo incorrecto”. No hay mucho que agregar a esto ¿no te parece?. El pecado es todo aquello que ignora los lineamientos de Dios, es el viejo enemigo de todas las eras y nunca ha hecho algo bueno por el ser humano. En el tema familiar cuando hablamos de pecado el menú es amplio, solo ajústalo a quien corresponda: mentira, engaño, pornografía, rebeldía, desobediencia, sexo ilícito, infidelidad matrimonial, mal uso de la tecnología, redes y medios de comunicación, etc. etc. etc. la lista es extensa y dinámica.
Termino citando al apóstol Santiago, un hombre directo y práctico:
“De dónde surgen las guerras y los conflictos entre ustedes? ¿no es precisamente de las pasiones que luchan dentro de ustedes mismos? Santiago 4.1
Egoísmo – Orgullo – Pecado 3 enemigos de la familia que están causando mucho daño, analiza si alguno de ellos es tu cómplice o acompañante, pues después de todo eso dijo Santiago el Apóstol, el problema está dentro de nosotros.
