Serie: Autoridad vrs. Intimidación.
La intimidación te paraliza y controla. El enemigo te quiere intimidar para moverte de tu
posición de autoridad, paralizar la gracia de Dios en ti, y él recuperará posiciones que había
perdido.
“Entonces Jezabel envió un mensajero a que le dijera a Elías: ‘¡Que los dioses me castiguen…
si mañana a esta hora no te he quitado la vida…Elías se asustó y huyó…” 1º. Reyes 19.2
En los 2 capítulo anteriores de 1º. de Reyes, Elías ha caminado en la autoridad de Dios. Esa
autoridad le ha dado la victoria sobre sus enemigos y sobre todo tipo de crisis. Pero ahora
intimidado por Jezabel, cae en la trampa y queda paralizado y controlado por el temor. ¿El
poder de Dios estaba en Elías?… si; pero un profeta poderoso huye intimidado. Por la
intimidación el don de Dios queda paralizado y el enemigo recupera terreno perdido. Así
mismo sucede con nosotros, el potencial de la Gloria de Dios está allí, pero perdemos
terreno por el temor. Si has ganado terreno en la salud, familia, hijos, finanzas, etc. y
comienzas a ceder a las mentiras del enemigo, perderás terreno de autoridad que habías
conquistado. Aunque la gracia de Dios esté presente, estás paralizado.
¿Cómo recuperar el terreno perdido?
“Por eso te recomiendo que avives la llama del don de Dios que recibiste cuando te impuse
las manos. Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de
dominio propio”. 2º Tim. 1.6
“Avivar” viene del griego “anazopureo”, que significa: encender de nuevo, o mantener la
llama viva. El joven pastor Timoteo es portador del “don de Dios” que ha sido impartido a
través de la ministración de Pablo. Y ahora, Pablo anima a Timoteo a mantener esa llama
viva. El poder de Dios estaba en Timoteo, pero a menos que él mantenga viva esa llama, la
gracia de Dios que ya está en él quedará paralizada. La intimidación (el temor), paralizará la
acción del Poder de Dios que habita en ti. No es que el enemigo paraliza a Dios, es que el
enemigo te paraliza a ti por medio de la intimidación. Así fue con Israel cuando el gigante
Goliat los desafió (1º. Reyes 17). El potencial de la victoria estaba con Israel, pero
intimidados por el gigante quedaron paralizados y perdían terreno cada día que Goliat los
desafiaba, hasta que un joven pastor sin credenciales de guerra pero que sabía de dónde
venía su autoridad, lo enfrentó y lo aplastó. AVIVA EL FUEGO DEL DON DE DIOS EN TI!!!
Vuelve a la oración, a la Palabra, a la guerra espiritual, a la adoración, haz lo que tengas que
hacer para avivar el fuego y recuperar tu posición de autoridad. No caigas en la trampa de
la Intimidación, fortalece tu autoridad espiritual a través de la comunión con Dios, y pelea
tu batalla.