El primer fin de semana de este 2022 fue de películas. Sí, porque fui a ver la película, “Spider-Man: No Way Home (“Spider-Man: Sin camino a casa en Hispanoamérica”).
Muchos efectos especiales (demasiados, para mi gusto) que hoy se hacen posibles gracias a la ayuda de todos los programas montados en las super computadoras que nos trasladan al mundo virtual con una facilidad increíble.
“Después de que la identidad de Peter Parker como Spider-Man es expuesta por “Misterio” al final de “Spider-Man: Lejos de casa”, la vida y la reputación de Parker son puestas patas arriba. Para arreglar este asunto, Peter decide contactar al Dr. Stephen Strange para que este lo ayude a restaurar su antigua identidad secreta con magia, pero a raíz de esto, algo sale terriblemente mal en el encantamiento y provoca una fractura en el multiverso, causando que cinco supervillanos de otras realidades alternas (que previamente han luchado contra un Spider-Man en sus respectivas dimensiones) ingresen a su universo.
El sueño -ingenuo y carente de sentido, como lo son todos los sueños de la jóvenes- es regresar al pasado para tratar de “arreglar” los errores del pasado y provocar una especie de amnesia colectiva en todos los que conocieron a Peter Parker no solo de sus hazañas sino también de sus faltas.
Pero tal deseo no es posible. Los errores del pasado quedan registrados en la amplia bitácora que llamamos memoria colectiva y que hoy se hace opresiva con todos esos buscadores cibernéticos que nos aprobleman la vida.
Porque sería la salvación para políticos, deportistas, artistas, y, -como no- para nosotros también porque borrón y cuenta nueva nos haría seres limpios y libres de pecado…
No se pueden traer de vuelta acciones (buenas o malas), personas o hechos del pasado. En el caso de la película comentada y que ya ha generado mas de mil millones de dólares en ganancia, la magia ayuda para lograr lo que la técnica y los softwares no son capaces de hacer.
Y, sin embargo, poetas, cantantes, políticos, y persona comunes se lamentan por lo que pudieron hacer y no hicieron para remediar situaciones, que en algunos casos arruinaron las vidas de millones de seres humanos.
En el mundo maravilloso de novelas y películas, todo se hace posible, incluso la redención del ser humano. Pero en el mundo real, tal vuelta a la normalidad, no se logra tan fácilmente. Porque contribuimos con nuestra cortedad de visión a hacer las cosas complicadas y a veces -la mayoría de las veces- sin solución. Por ello existen psicólogos y consejeros que hacen todo lo posible por “arreglar” a hombres y mujeres de manera que vivan algo que sea digno de su vocación de seres humanos.
Nos gustan y hasta aplaudimos esos filmes de Marvel que nos presenta a héroes que necesitamos a cada instante. Pero son solo seres de ficción. La realidad es otra cosa. Somos nosotros y nuestras incertidumbres, que, como claman los Alcohólicos Anónimos, necesitamos de un poder superior que nos ayude en nuestras debilidades. Tal poder no se encuentra en los personajes de Marvel.
