Camino libre.
«Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados. Antes eran ustedes como ovejas descarriadas, pero ahora han vuelto al Pastor que cuida de sus vidas».
1 Pedro 2:24-25 NVI
En su cuerpo clavado en la cruz, Jesús cargó nuestro pecado. Ese acto de amor era fundamental para abrir el camino al perdón de Dios por su amor. En ese perdón hay reconciliación y reconexión con el favor de Dios. Llevó nuestros pecados, quitó la maldición, somos justificados y Pedro suma algo más, en esa misma cruz también hay sanidad para la enfermedad, ¿por qué?… porque estamos reconectados con su favor.
El camino al favor de Dios está abierto por Jesús, acceda al Trono con confianza, al llegar a ese lugar, recuerde que entre otras bendiciones, tenemos la bendición de la sanidad de nuestro cuerpo.
Antes éramos «ovejas descarriadas», el camino estaba bloqueado, pero ahora, por Jesús, «…han vuelto al Pastor que cuida de sus vidas…» Hay alguien que le cuida en esos momentos de quebrantamiento y enfermedad, no estamos solos.
Oremos.
Amado Jesús, gracias por tu amor que abrió el camino a las bendiciones de Dios, hoy oramos por la bendición de la sanidad, a la cual tenemos acceso, el camino está abierto, y por la fe, la recibimos. Gracias por cuidarnos, y acompañarnos en esos momentos de quebrantamiento, en el nombre de Jesús, amén.
SANIDAD ante la enfermedad, SALUD para vivir.
