Por: Edgar López Bertrand Jr. / Pastor General de Tabernáculo Bíblico Bautista Amigos de Israel
Inicio este escrito preguntándome: ¿Cuál es mi labor como pastor? ¿Es mi labor de predicador la misma que la de un pastor? ¿Ser pastor me capacita para ser administrador?
La labor pastoral de es la de cuidar la grey encomendada por Dios a través de las autoridades eclesiásticas a las que usted decidió responder, es el cuido y alimento de las ovejas que pertenecen a Dios y a su congregación; es el hecho de supervisar, visitar, y desarrollar cada uno de sus talentos. Pastorear es también reprender y proteger por medio de sus consejos a dichas ovejas.
Predicar es repetir las verdades Bíblicas que nos revelan quién es Dios, quien es Jesús, quien es el Espíritu Santo, y el pan de vida que tiene para cada uno de sus hijos. Debo hacer notar que predicar no es animar gente y tampoco consiste en creer tener revelación propia, predicar es dar a conocer lo revelado por Dios en su palabra.
Administrar es distribuir de manera ecuánime y eficaz los insumos que a usted le han confiado, sean tierras, bienes, dinero, confianza, entre otros; administración en su concepto es “Organizar la economía de una persona o de una entidad”.
Lo lindo del llamado pastoral es que Dios nos capacita para ejercer las tres responsabilidades con eficacia, eficiencia y efectividad; en eso consiste la labor que resumiremos como labor pastoral. Todo lo que se requiere es una planificación efectiva para desarrollar el ministerio encomendado y así logramos desarrollar el ministerio pastoral.
Ejecutemos la labor pastoral con toda nuestra confianza puesta en Dios, quien nos capacita para toda buena obra.
