Acabamos de celebrar el Día de la Madre en estos días. Ha habido comidas, ramos de flores, tarjetas de saludos y publicitadas reuniones familiares. Las redes sociales -todas ellas- se han llenado de notas, fotos y videos románticos y sentimentales alabando a esas mujeres virtuosas, al decir de un proverbio y del homenaje que se merecen.
Y no tenemos dudas, que las mujeres -todas ellas- son dignas de recibir el cuidado, la admiración y el respeto que se merecen, sean madres o no. Es por eso que hoy, deseamos hablar del problema social y mental que se genera en las mentes de algunos hombres cuando creen que pueden castigar y abusar de sus mujeres (se hayan casado o no), porque en las mentes de dichos sujetos, tienen ese derecho.
La periodista Bárbara Santana Vázquez, el periódico La Nación, nos ilustra el famoso caso del matrimonio de actores enfrentados a un juicio por difamación, pero también donde se ventilan casos de abuso, sí, de violencia: dice ella, que “desde principios de abril, los reflectores se posaron sobre Johnny Depp y Amber Heard, quienes libran una batalla campal en un tribunal en Fairfax, Virginia, luego de que el actor la demandara por 50 millones de dólares. El juicio por difamación, que se transmite de manera televisada a todo el público, captó la atención de los medios, fanáticos, curiosos y expertos en distintas áreas, entre ellas, la expresión corporal. Numerosos especialistas opinaron acerca del comportamiento de ambos, pero algunas de las observaciones más notables provinieron de Janine Driver, exagente federal retirada, quien actualmente se dedica a “leer a las personas” fuera del ámbito estatal. Conductas como morderse los labios, cambios de pronombres y levantar la nariz delataron a la actriz”.
¿Son los millones de dólares los que llevaron a este juicio, donde cualquiera puede formarse una opinión y enterarse de las intimidades de un matrimonio, pero ahora llegar hasta los detalles de la violencia desatada de uno y de otro?
¿Y el matrimonio no era con promesas románticas ante una multitud de testigos? ¿Y no había una promesa de amar, de cuidar “en la buenas o no, en salud o enfermedad”? ¿Y dónde quedan las intenciones de cuidar y proteger cuando se llega la violencia y al ataque físico de la otra persona?
Algo anda mal en nuestra sociedad cuando de las palabras se pasa a los hechos y los hombres abusan de las mujeres. Constitucionalmente, los hombres somos más fuertes o tenemos más fuerza que las mujeres. Claro, puede haber excepciones entre las que se dedican al físico culturismo. Pero son las excepciones.
Aquí no defendemos al actor o a la actriz de los que hemos sabido por la prensa. El juicio le queda al juez que oye del caso y de los equipos de abogados de una parte y de la otra. Lo que nos mueve a escribir este artículo es oponernos a la violencia y el abuso de los hombres cuando se creen los tocados por alguna divinidad para “castigar” y abusar de aquellas mujeres, las cuales, ingenuamente o engañadas se creyeron el cuento de algunos que les prometieron algo que no estaban dispuestos a vivir ni a cumplir.
Todos los países viven este flagelo de hombres abusadores de sus novias, convivientes o esposas, y, son los menos los casos de los que sabemos, porque algunos de ellos terminan con la muerte de mujeres que en ningún caso se merecían tal suerte.
Después del Día de la Madre, debería haber el año de la mujer, para que todos los hombres tengamos esa especie de ayuda memoria, que nos recuerde que no solo deberíamos contar hasta 10 antes de enrabiarnos… quizá deberíamos contar hasta 1000…
(guillermo.serrano@ideasyvoces.com)
