Por: José Andrés Hernández / Impulsador del talento y desarrollo humano, económico y social.
Hay un dicho muy popular que dice: «Quien no vive para servir, no sirve para vivir». Y por eso vivo agradecido con Dios el gran legado que mi padre (QDDG) me inculcó y mi madre sigue enseñando, de basar mi actuar en el respeto, servir al prójimo y ayudar hasta donde mis posibilidades me lo permitan. Somos fieles creyentes que sirviendo a nuestro semejante le estamos sirviendo y honrando a Dios.
Son esos principios y valores cristianos los que definen nuestro actuar, y encaminan el testimonio de vida y ejemplo que brindamos día a día, podemos caer en errores porque es de humanos equivocarnos, pero así debemos también enmendarlos, no solo con palabras sino con acciones, así, estaremos siendo parte de la solución al problema de la pérdida de estos principios y valores.
Vivo agradecido por haber nacido en una familia emprendedora, que me enseñó a trabajar con esfuerzo, impulsando el talento y desarrollo humano, económico y social.
Cada día nuestro compromiso es seguir honrando a Dios a través del servicio: a nuestros hermanos emprendedores, a nuestros hermanos agricultores; en apoyo constante a las mujeres, madres solteras, jefas de hogar que luchan día a día con todas las barreras sociales y estereotipos que les impide avanzar. Tenemos un reto de muchos años, queda mucho por hacer, en el cual todos nos tenemos que unir, para reactivar e impulsar a nuestros hermanos emprendedores, para hacer competitivos a los sectores productivos, que son los que nos generan los ingresos que necesita el gobierno para impulsar el desarrollo social. Es importante seguir con esa lucha y esfuerzo que hemos venido abanderando, porque nosotros venimos de ese sector, el cual ha estado olvidado y aun así dinamizan la economía del país, junto al esfuerzo de nuestros hermanos en el exterior; que si no fuera por esa remesa que mandan, el país estuviera enfrentado una cris mayor.
Si nosotros de verdad, proponemos alternativas de solución, aplicando las leyes como se debe hacer o creando leyes que incluyan a todos los sectores productivos, como por ejemplo una Ley de Fomento Agropecuario, que sirva para incentivar al pequeño y mediano agricultor y para hacer competitivos estos sectores de la economía del país, en el que se encuentra la verdadera fábrica de empleo; lograríamos garantizar la soberanía alimentaria en nuestro país; para que en momentos de crisis no tengamos que importar nuestros alimentos y podamos ser autosuficientes para producir por lo menos la canasta básica que estamos llevando a la mesa de la familia salvadoreña. Esto ayudaría a frenar la migración y la desintegración familiar, pues los hermanos ya no tendrían que salir de la frontera a buscar oportunidades y realizar sus sueños.
No vamos a parar de apoyar a las personas que más lo necesitan; me llena de orgullo poder servir a más comunidades, sin importar si estoy en política o no, sea tiempo de campaña o no, porque nuestro caminar debe ser basado en hechos no en palabras.
Invito a todas las personas que muchas veces nos critican, a sumar esfuerzos para poder ser verdaderos transformadores sociales, practicante de los valores cristianos y ejemplo de vida para futuras generaciones.
