La tecnología avanza diariamente a una velocidad que no podemos ni imaginar, entre tabletas electrónicas, celulares y relojes inteligentes, las personas interactúan a diario, en cada momento, a todas horas, sin embargo alguna vez se han preguntado ¿Cuántas enfermedades puede obtener con solo pulsar la pantalla de su celular?
El aseo que nos hacemos diariamente, nos ayuda a poder mantener nuestro cuerpo limpio, y así no dejar que alguna enfermedad nos pueda llegar por suciedad, pero no existe la medida de seguridad para aquellos accesorios que son indispensables, ya sea por el trabajo o por entretenimiento; los germen se pueden mover rápidamente de un lado a otro cada vez que tocamos algún objeto sucio, estos se colocan en la piel y así van pasando por todo lo que vamos tocando, como por ejemplo las pantallas de los celulares.
Quizás sea el accesorio que toda persona lleva consigo a todos lugares, incluso al baño, como manera de distracción.
Según estudios recientes afirman que el 94.5% de los móviles cargan con algún tipo de bacterias en su superficie. Bastaría tocar el móvil y luego llevar nuestra mano a la boca para bostezar, para transmitir esas bacterias al cuerpo.
Estreptococo, estafilococo, difteroides, son algunas de las bacterias que se encuentran en las pantallas de nuestros aparatos móviles.
Bacterias microscópicas que no se pueden apreciar a simple vista y que al momento de tomar nuestros alimentos es algo que pasamos desapercibido, si bien es cierto, lavamos nuestras manos antes de poder comer, pero luego de eso, siempre tocamos nuestro celular para responder algún mensaje importante, y así aquella higiene anterior no funciono de nada.
¿Cómo evitar que las bacterias se tomen nuestro celular?
En general, las bacterias pasan al celular desde nuestras manos o al posarlos en superficies sucias. Un buen lavado de manos varias veces al día, es una excelente medida para evitar el traspaso.
«Si preguntamos ¿Qué es más sucio, el inodoro o la pantalla de tu celular? La mayoría de personas dirá que el inodoro, lamentablemente no es cierto.» Dr. Gustavo Rivera.
