Su trabajo de apoyo a los diferentes sectores y de ayuda a las comunidades es algo
que caracterizan a José Andrés Hernández, por siempre estar pendiente de las
necesidades de su prójimo y por trabajar e impulsar el desarrollo económico,
humano y social.
Pero ¿Quién es José Andrés Hernández? La Prensa Cristiana realizó una entrevista
para conocer más de cerca su vida, a qué se dedica y cuál ha sido su papel en la palestra pública.
Nacido en Santa Rosa de Lima un 13 de marzo, hijo de José Silverio Hernández
(QEPD) y Victorina Ventura de Hernández, licenciado en Administración de
empresa, padre de 2 hijos (José y Víctor) quienes son su inspiración para ser una
mejor persona y buscar un mejor país. Un hombre emprendedor que viene de una
familia muy trabajadora, que dentro del municipio de Mejicanos su padre fundó
una de las empresas más reconocidas a nivel Regional en la elaboración de productos
alimenticios, que actualmente genera aproximadamente 400 empleos directos,
impulsando el desarrollo económico, humano y siendo de apoyo a emprendedores.
¿De dónde nace su espíritu de servicio? Pues uno siempre sigue las enseñanzas
que le dan sus padres, lo que uno ve es lo que replica y el servir es el ejemplo que
me dieron mis padres, yo solo continuo con el legado de lo que ellos siempre nos
inculcaron poder ayudar y servir a nuestro prójimo
¿Usted fue funcionario público, que lo llevó aceptar ese reto?
Si, nunca pensé que llegaría a ser funcionario público, ya que al igual que la
mayoría de salvadoreños me sentía decepcionando de la clase política que
tradicionalmente han buscado servirse y no servir al país; y después de recibir
invitaciones de diferentes partidos políticos y de haber rechazado estas invitaciones
en el 2009 y en 2012 tome la decisión de aceptar el reto. Yo soy un hombre de retos
grandes y en año 2014 me buscaron para ser candidato alcalde del municipio que
me vio crecer, que en ese momento atravesaba un serio problema con la basura. Y
fue ahí que de ese problema vi una oportunidad y aunque muchos me decían que
era muy mala idea, el amor hacia el municipio y su gente me impulso a aceptar ese
reto; sabía que de la mano de Dios podíamos salir adelante. Trabajamos
arduamente, pusimos de moda las jornadas nocturnas de recolección de basura,
entre otras cosas. Aun así, no logramos quedar como alcaldes, pero contra todo
pronóstico la sorpresa fue que logramos sacar casi 24 mil votos algo que nunca
antes un candidato del partido con el que participé había logrado, quedando, así como
miembros del concejo plural de Mejicanos.
Desde el primer día después de la elección en el año 2015 continuamos en territorio
y las visitas constantes a las comunidades, a seguir apoyando y escuchando de
primera mano las necesidades. Pero como dice su palabra “Dios tiene su propio
sentido del tiempo: «… para el Señor un día es como mil años, y mil años como un
día» (2 Pedro 3:8). Tiene un tiempo perfecto: nunca es temprano ni nunca es tarde.
Dios nunca tiene prisa, pero siempre llega a tiempo”. Y fue así como en el año 2018
quedé como diputado de la Asamblea Legislativa, una gran experiencia y
responsabilidad en la que tienes que fortalecer tus principios y valores, honrando a
Dios con tu trabajo, manteniendo la ética, y sobre todo trabajar a beneficio de las
mayorías.
¿Cómo fue su experiencia siendo funcionario?
Desde el primer momento que fui electo en un cargo público, TRATÉ DE MARCAR
LA DIFERENCIA, porque un funcionario público tiene que estar al servicio de las
personas, actuar con rectitud y transparencia. Mantuve siempre mi contacto con
las comunidades y al servicio de ellas, no aparecí solo en época de campaña a pedir
el voto como suelen hacer, ni me subí a obras de los gobiernos municipales o
centrales haciendo ver como que eran mis proyectos como muchos acostumbran.
Siempre traté de Transparentar y rendir cuentas de todo lo que recibía, durante
ese tiempo todo mis ingresos como funcionario y más fueron regresados en obras,
pavimenté 7 calles dentro del municipio de Mejicanos y apoyé con la reparación de
muchas calles en otros municipios, apoyamos a los niños y jóvenes en el deporte,
a las comunidades con pipas con agua, colaboramos constante con las iglesias cristianas, nunca acepté viáticos para viajes oficiales, mis permisos fueron siempre
sin goce de sueldo, renuncié al seguro de vida, tuve un solo PPI de cuatro
permitidos, no tuve pasaporte diplomático y mi presupuesto fue de los menores
que ha tenido asignando un diputado, no me pregunte ¿por qué? Pero así fue.
Pero eso nunca me detuvo, yo tenía muy claro a lo que había llegado y contra viento
y marea, Dios nunca me dejó a pesar que muchas veces la gente del partido al que
representaba me daba la espalda; Él siempre ponía ángeles que me apoyaban, fue
así como logré durante los 3 años que estuve en la asamblea que se realizara el Día
Nacional de la Oración dentro del palacio Legislativo, logrando así la participación
de la mayoría de pastores de casi todas las denominaciones cristianas, logre que se
aprobara la Reforma a la Ley de Seguro Social para cobertura médica de los hijos
de nuestros hermanos trabajadores hasta los 18 años, visibilizamos a nuestros
hermanos con esclerosis múltiple, entre otras iniciativas que en total fueron 121
las presentadas por este servidor todas a beneficio de la población salvadoreña.
¿Qué consejo le podría dar usted a los funcionarios públicos?
Que mantengan la humildad, la ética, los principios y valores, que siempre estén
al servicio del pueblo, que gobiernen en beneficio del bien común, que sean
propositivos y transparentes; que recuerden que un gobernante no debe elevar su
corazón sobre sus hermanos (no debe enaltecerse, no debe ser egocéntrico,
orgulloso, soberbio, prepotente y arrogante). Cuando un gobernante hace eso
deja de servir a su pueblo y esa misma actitud que tenga un gobernante es la que
van a tener sus servidores (Prov. 29:12). Pero sobre todo que tengan a Dios como
centro de sus proyectos.
