La frase anterior no viene de la Biblia. No. Le pertenece al periodista Jaime Asián Domínguez, del periódico Correo de Lima.
Y tiene que ver con el impasse que se da entre la presidenta del país y algunos congresistas y lideres de partidos políticos que desean continuar con el ambiente de inquietud y desorden que se vive en el país andino.
Dice el periodista: “Van a buscar un muerto”, advirtió sin dilaciones el 18 de enero el exjefe de la Dircote, general PNP en retiro José Baella Malca, a sabiendas de que los izquierdosos violentistas -con la anuencia del aprendiz de golpista Pedro Castillo Terrones- conllevan como maquiavélico propósito “incendiar la pradera” y que la sangre llegue al río con la llamada “toma de Lima”.
Hagamos un poco de historia. Pedro Castillo, llegó a la presidencia del Perú con un estrecho margen de votos sobre la otra candidata, la Sra. Keiko Fujimori. Pero el problema para el profesor Catillo es que llegó sin un apoyo significativo en el congreso, que es el que legisla con leyes de todo tipo, incluyendo eso de la “destitución del presidente”, que fue lo detonó protestas masivas en un sector de la población ante el encarcelamiento del expresidente.
Agrega Jaime Asián Domínguez: “Lo que estamos viendo no son demandas sociales, manifestaciones o reclamos, no; son actos sediciosos que lindan con el terrorismo porque ¿de qué otra forma se le puede catalogar al hecho de atacar a la Policía con artefactos pirotécnicos y pedazos de cemento que pueden matar a cualquier persona? ¿A esto aludía Sigrid Bazán cuando filosofaba que “la protesta legítima y pacífica no genera cambio”?
Creemos que tiene algo de cierto el articulista en su critica ante los desbordes que se han dado en el Perú. En lo que Singrid Bazán (citada por el columnista) no tiene razón es en eso, de que “la protesta legítima y pacífica no genera cambio”, ya que tenemos a un Mahatma Gandhi y a un Martin Luther King Jr., que sí iniciaron protestas pacificas y legítimas y que sí generaron cambios.
Claro, esas protestas pacíficas y legítimas conllevaban la posibilidad de apaleamientos, la cárcel, incluso la muerte de algunos de los que protestaban. Pero, así y todo, lo que luchaban por una causa justa, creían que eso valía la pena y el riesgo.
Antes, dijimos que la cita del periodista ni estaba en la Biblia. Pero se dan otras peores. Como, por ejemplo: Vale más toparse con una osa furiosa que con un necio empeñado en algo.
Y da la impresión que los intereses políticos de algunas personas, los llevan a ser catalogados con algunos de los epítetos citados antes.
Nos preguntamos -y nuestra pregunta vale para todos los países que viven estas luchas políticas internas- ¿será posible poner los intereses personales a un lado, para buscar el bien común? Después de todo, hemos sido puestos en esta creación para ser amigos y no lobos del hombre. ¿Podrá ser esto posible?
(Guillermo Serrano en Ideas y Voces)
