Por: Edwin Góngora
Indiscutiblemente la fortaleza que tiene la iglesia viene de Cristo.
Efesios 6, verso 10 destaca, “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza”.
Sin mayor rodeo escrito está que el deseo de Dios es que haya cristianos e iglesias fuertes, hablando en términos espirituales. Dios no quiere cristianos débiles, ni iglesias débiles,
Basado en lo anterior la Alianza Evangélica Latina desarrolló su 10º Asamblea anual donde estableció contar con “Alianzas saludables para fortalecer la iglesia”.
En un amplio manifiesto los asambleístas que se reunieron en Brasil por tres días destacaron el hecho de reforzar sus compromisos prioritarios en el cumplimiento de su misión cristiana, en medio de los diversos contextos sociales que se desenvuelven.
El documento fue suscrito por 22 alianzas de estados latinos que representan a las iglesias evangélicas y donde todas reiteraron renovar sus compromisos de mantener “Alianzas Saludables” enmarcadas entre otros puntos, el de buscar una mejor comunión con Dios, producir predicas más profundas, de tal manera con cada testimonio seamos un verdadero reflejo de su luz.
Otros apartados señalan que se debe trabajar por la unidad entre los miembros de las diferentes iglesias y sus ministerios. Mantener la oración como elemento clave para comunicarnos con el padre y ejecutar un adecuado discipulado orientado a capacitar la madurez de los fieles y el cuido pastoral.
La Alianza Evangélica Latina incluyó en su manifiesto aspectos en el área institucional y ético con el fin de ser eficaces en la labor espiritual y social de modo que, sin perder identidad, incrementar nuestra visibilidad y labor benefactora en medio de la sociedad.
Para la AEL, existen varios aspectos en los que se deben mejorar, por lo que se vuelven retos y desafíos, para los próximos años, entre los que se encuentran; mejorar la estructura institucional, la transparencia, rendición de cuentas, protección de datos, denuncia de actividades delictivas sin ninguna tolerancia, promover la paz y reconciliación con Dios entre todos los seres humanos y la creación de Dios.
Procurar que las iglesias e instituciones cristianas sean neutrales y colaboren con las autoridades de turno en labores compatibles a la fe cristiana. La AEL promoverá la elaboración de documentos y códigos de ética para canalizar acciones de sus lideres de tal manera las iglesias afiliadas sean lugares seguros de paz.
El conclave contó con la participación de más de 50 entidades asociadas a AEL y los coordinadores de las 15 comisiones técnicas en áreas específicas como niñez, testimonio, acción social y libertad religiosa entre otras.
