Por: Edwin Góngora
Para varias personas las respuestas que podamos obtener en nuestra vida ante cualquier adversidad son producto de la casualidad y para otros por decisión del universo. Pero la realidad nos revela que ninguna de las dos es la respuesta. En la Biblia existe una porción que nos señala con meridiana precisión lo que hoy queremos plasmar y compartir con ustedes.
En 2 Corintios capítulo 7, versículo 14 nos dice: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”.
¿A quién buscar en momentos de crisis personal? ¿A dónde ir cuando nos sentimos sin salida y angustiados? Nuestra actitud puede definir el resultado. Y es donde ir a la presencia de Dios en oración con humildad, nos abre una enorme puerta, pues buscamos su rostro y le pedimos rectifique el camino tomado y decisiones adoptadas.
Recientemente la Alianza Evangélica Latina publicó un informe en el que muestra los avances que los países de la región han obtenido con relación al crecimiento del evangelio y donde Honduras, país Centroamericano, reporta un aumento importante.
El informe plantea algunos aspectos que han hecho posible este efecto y que definitivamente como decíamos unas líneas atrás, nuestra actitud puede definir nuestro resultado.
Entre las razones por las que la iglesia en Honduras experimenta este crecimiento es gracias a la consolidación extensa en una verdadera y cercana labor social presente en los 18 departamentos y 298 municipios del territorio nacional.
La acción social va desde programas de alimentación, brigadas médicas, atención a familias más vulnerables por zonas geográficas o por condición social, hasta la obtención de becas para estudiar en instituciones nacionales y en el extranjero.
Las oraciones y el clamor por este bienestar fueron escuchadas y permite en la actualidad brindar un servicio interesantemente combinado, de rescate de almas y ayuda tangible a quienes lo necesiten.
De igual forma el ingreso del Evangelio en muchas regiones propició el establecimiento de centros educativos de calidad en zonas urbanas y rurales del país. En muchas regiones, las primeras escuelas y colegios de renombre fueron fundados por misioneros protestantes.
La iglesia Evangélica también tiene centros educativos universitarios que son punta de lanza en oferta académica. Así como medios de comunicación, radial y televisivos que gozan de los ratings más altos de audiencia.
Sumado a la proyección social de la Iglesia, se debe considerar la influencia que ha ejercido el Cuerpo de Cristo presente en todas las esferas de la sociedad, en el arte, la empresa privada, medicina, deporte, gobierno político, etc.
Dios ha levantado pastores comprometidos con sus comunidades, en lugar de esperar la morada espiritual, han trabajado arduamente por convertir socioeconómicamente su entorno. El mensaje evangelizador de prosperidad no se quedó encerrado en 4 paredes y pasó a la práctica, cayó verdaderamente en tierra fértil.
La región más industrializada del país es la zona norte, que también es una de las ciudades con mayor concentración de cristianos evangélicos en América Latina.
Datos brindados por la Confraternidad Evangélica de Honduras (CEH), señalan que el 47% de la población de este país se define como cristiano evangélico, una cifra realmente alta que identifica donde 4,588,932 personas han aceptado a Cristo como sus Señor y Salvador.
