Por: Edwin Góngora
“Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria,” 2 Corintios 4:17
Los turcos y sirios son hermanos de un mismo dolor.
En febrero de 2023 ambos países enfrentaron desastres natural sin precedentes que impactó en gran manera varias zonas de ambos países, dejando una estela de muerte y destrucción.
Dos sismos de 7.8 y 7.6 grados con intervalos de 9 horas, impactaron con furia ambas naciones, hubo mil replicas, y mas de 59 mil personas perdieron la vida.
Un año después de esta tragedia muchos aún continúan bajo los escombros de los edificios, y otros no saben qué será de sus vidas. la comunidad cristiana también se tambalea. Describe un informe publicado por la organización Puertas Abiertas.
En su cuenta de X señala dicha organización que en ambas regiones habitan varios creyentes que han tenido que enfrentar numerosos desafíos durante los últimos años. Se enfrentaron a los horrores del Estado Islámico, a la incertidumbre de la opresión diaria a la que los sometían sus familias y a los bombardeos de las milicias turcas.
Puertas Abiertas realiza una campaña de ayuda a nivel internacional, para que puedan asistir de alguna forma a los miles de afectados por los terremotos en Siria y Turquía.
Ambos países necesitan con extrema urgencia ayuda. Ayuda económica, ayuda emocional, ayuda que les permita fortalecer su espíritu puesto aprueba con situaciones de guerra, persecución por su Fe y por circunstancias naturales.
Es tiempo de ayudarnos los unos con los otros y de compartir la fortaleza que solo Dios por medio de su palabra nos brinda. Con la fe puesta en él, Turquía y Siria saldrán de esta oscura noche por la que atraviesan.
