Por: Pastor Juan Carlos Hasbun | Iglesia Cristiana Kemuel
Los tiempos en los que vivimos, es en una etapa de la historia donde gobierna la indiferencia en las personas, indiferencia a los elementos de adoración que la Biblia enseña, indiferencia al poder de la oración y su relevancia en el altar, indiferencia a la casa de Dios, a sus lideres y congregantes.
¿Por qué las personas son poco entendidas en los tiempos? La respuesta a esta pregunta está implícita en la falta de una vida devocional del individuo, el desinterés hacia los preceptos bíblicos es el equivalente a usar un producto sin la lectura del manual y luego querer resolver sus daños por el mal uso con la lectura posterior del mismo, sin embargo ¿Cuál es el nivel de importancia que le damos a Dios? Es una de las respuestas que cada uno de nosotros debe dar, de una forma sincera para dar los pasos correctos.
Apreciemos a las personas, creo que al igual que todos los que estamos en el liderazgo, contamos con bien pocos amigos, esto ligado a lo que cada uno hace, pero Dios nos ha regalado aquellos con quienes tenemos la posibilidad de poder hablar con toda la sinceridad del mundo, sin temor a que nuestras palabras serán mal interpretadas, o a que seremos juzgados por ellas.
Es tiempo de establecer un legado en el que se muestre como vivir intensamente, sabiendo surfear las olas de la vida con elegancia, amar a los demás con ímpetu, y darles valor a las personas por encima del contexto e impulsarles a alcanzar sus sueños.
Muchas autopistas hay para correr la carrera, pero aquel que es nacido de nuevo, debe renunciar a participar en otras pistas, porque inevitablemente ya dijo Jesús para sus hijos: “Sin mi nada podéis hacer”, es de provecho correr en la pista para la cual el Señor nos seleccionó, siendo fieles a nuestro llamado.
