Por: Pr Pai Otoniel Alvarado
Nos hemos acostumbrado a derrochar las oportunidades que llegan.
Solamente porque gracias a Dios son frecuentes.
Pero las oportunidades se agotan. No siempre gozaremos de ráfagas constantes de ellas.
Por lo cual debes de estar lo suficientemente consciente, que la próxima vez sea la próxima. Así que debes de aprovecharla porque podría ser la última. Incluso, si hoy, ha llegado una oportunidad a tu vida, medita en que esta podría ser tu próxima vez.
Aquella próxima vez que dijiste, lo haré a la próxima. Por lo tanto, considera la importancia de utilizarla al máximo.
Porque quién sabe que, en esta próxima vez, no halla próxima vez. Vive oportunidades únicas; esfuérzate en todo cuanto puedas. Y da la mía extra.
Nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido. Así que no te sobres de confianza ni te duermas en los laureles del estancamiento y conformismo.
La vida es un regalo de Dios y hay que valorar cada segundo de ella. Ama todo lo que puedas y a todos los que puedas.
Busca de Dios, obedece a tus padres, cuida a tu familia y sé agradecido en todo porque quizá la próxima vez no haya próxima vez…
- Los que aprovechan las oportunidades no procrastinan sus prioridades
La ocasión en la que estás es una oportunidad que debe de ser aprovechada. Regularmente desperdiciamos las oportunidades presentes por estar esperando las que nunca llegan. Así que esta vez debe de ser diferente.
No procrastines tus diligencias y enfoques. Es decir, no las postergues, no las dejes ni para mañana ni para después. Aprovechar las oportunidades es hacer lo que debes hacer ya. Porque si hay oportunidades, debe de haber prioridades, y las prioridades no se procrastinan; las prioridades se trabajan con disciplina y pasión.
- Los que viven el ahora, conocen el valor del tiempo.
Saber que hoy es importante, es un trabajo al cual debemos sujetarnos todos los días. Porque ¿cuántas veces por olvidar que hoy es importante, hemos echado a perder nuestro presente? Creyendo que mañana es más importante que hoy, cuando es a la inversa.
- Los que tienen capacidad de reacción; están conscientes que quizá la próxima vez no haya próxima vez.
—Si no tenemos capacidad de reacción, veremos pasar las ocasiones divinas frente a nosotros, sin hacer nada. No puedes permanecer sentado en la silla cuando debes de levantarte y ponerte en acción sin pensarlo tanto. Pro 6:10, 11; 27:1; Is 60:1.
«Te duermes un poco, te tomas la siesta, tomas un descansito y te cruzas de brazos»… ¡Así acabaras en la más terrible pobreza! No presumas hoy de lo que piensas hacer mañana; ¡nadie sabe lo que traerá el futuro! (TLA) Levántate y resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.
