Un clamor y oración intensa fue la que prevaleció el pasado sábado 17 de agosto en el templo central del Ministerio Canaán, durante el desarrollo del congreso para mujeres denominado «Libre soy».
La pastora Patricia Rodríguez asegura que el evento fue puesto por Dios en el corazón del Pastor General de la iglesia, Francisco Benítez, quien desde que lo recibió oró y ayunó junto a todos los líderes porque su realización fuera como él la había planeado.
Al congreso asistieron un poco más de 1200 mujeres de diferentes puntos del país, en busca de ser libres de diferentes ataduras que en medio de sus luchas aún no lograban romper.
«Todo tiene solución, pero con Dios». Aseguró la pastora Rodríguez.
«Nosotros buscamos la solución y siempre nos decepcionamos y entristecemos porque terminamos confiando en nosotros mismos, cuando tenemos ataduras que luego nos devuelven con ataques más fuertes».
Lo importante es que le creamos a Dios, tenerle paciencia, ya que los milagros no son como el mundo nos ha enseñado».
Indiscutiblemente, la presencia de Dios estuvo en el evento y permitió que la pastora invitada Johenny Méndez de iglesia «Aguas Vivas, Centro Familiar de Adoración», de Atlanta, Georgia, Estados Unidos emplazara a las mujeres asistentes que junto a sus esposos cuentan con un ministerio pastoral.
«Hay mujeres que han abandonado su ministerio, la espada que él les entregó y han caído en el conformismo».
Durante su intervención, la pastora Méndez señaló: «Muchas mujeres han enfrentado menos precio y acumulado amargura por lo que tienen un corazón encorvado, pero Dios viene hoy a enderezarte, además de desprenderte lo que no te favorece». La pastora les dijo que lo que ellas tienen dentro muchas otras mujeres anhelan tener, pero no saben cómo encontrarlo.
A su alrededor hay quienes están atentos y se fijan como toman su espada y continúan caminando, porque sigues a un Dios, no a un hombre… Les recordó que ellas no son de las que retroceden, sino de las que se mantienen, porque han creado en un Dios que hace justicia y les dará la victoria.
El congreso concluyó con una serie de testimonios, en los que las mujeres participantes dieron a conocer lo que Dios les reveló y cómo se les manifestó para ser libres de sus ataduras.
