La vanidad es una expresión de la soberbia y arrogancia, cuando una persona es vanidosa, se habla de alguien que se siente superior y mira de menos a quienes le rodean. Además de demostrar que no es menos que nadie y espera la admiración de todos.
La Pastora y Profeta Bertha de Rosales, de la Iglesia Oasis de Amor, menciona que muchas veces la belleza cuando se convierte en vanidad, olvidamos quien nos ha creado, olvidamos que fuimos hechas a imagen y semejanza de Dios; y es donde comenzamos a dañar con nuestro comportamiento. “Porque ya no somos nosotras, sino la vanidad es quien está obrando en nosotras”. Dijo.
Al preguntarle de qué forma ayudar a una persona vanidosa, ella contestó:
“Ayudándole, dándole una palabra de aliento y hacerle ver que sus actitudes no son las correctas y orando por ellas. Solo hay un Dios que puede cambiar, cuando la persona se dé cuenta que lo que está haciendo es incorrecto, ahí habrá una transformación”.
El concepto que se debe tener sobre sí misma, no tiene que ser más alto del que se debe tener. Hay personas que reflejan su autoestima creyéndose mucho, pero hay personas que lo reflejan creyéndose menos, para Dios todas las personas somos iguales. No obstante, no está demás arreglarse pues un ejemplo fue Esther, quien se ponía especias aromáticas, se ponía linda pero había algo más en ella y era su belleza interna.
Una mujer está en todo su derecho de querer arreglarse, pero no para que pierda el sentido, ni para pensar que el físico lo es todo, mucho menos para sentirse mejor que nadie; pues se debe tener claro que a Dios lo que le importa es un corazón genuino y honesto.
Para la Doctora Ana Paula (Medicina estética), la palabra belleza conlleva varios aspectos, y es que implica el orden, la obediencia, la limpieza y principalmente la armonía; siendo esta última la que permite que la mujer luzca y se sienta bien. Además mediante la armonía, puede transmitir alegría y paz, que tiene por dentro.
“Las mujeres tenemos amor por lo hermoso, por lo sublime, por los colores y nos muestran el amor de Dios, para con nosotras y eso nos diferencia del sexo opuesto. Debemos estar agradecidas por ser hermosas de nuestro interior y exterior”. Expresó.
Proverbios 31:10 “Mujer virtuosa ¿Quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
Se debe tener claro que una mujer vale más por lo que su alma tiene, que por lo que proyecta su apariencia. Pues siendo parte de la vanidad la arrogancia, solo deja en evidencia lo mal que está una persona y la falta de Dios, que tiene su corazón.
La vanidad es una prisión, que siempre va en busca de la aprobación que con el tiempo cansa. ¡Mujer vístete, arréglate, ponte hermosa! Pero no descuides tu humildad, ni veas a nadie de menos, que lo físico no te haga perder la cabeza, porque antes de la belleza está la inteligencia y un corazón noble.
Fil. En la filosofia platonica, prototipo o ejemplar de belleza, a la que tienden ciertas formas de la realidad en continua busqueda de la belleza en si.