Génesis 1:2
En la Biblia vemos en muchas ocasiones, el concepto del vacío y sus consecuencias. El asunto se complica, cuando las cosas se están vaciando y quedan completamente vacías. Aún en las congregaciones vemos mucha gente vacía. Escuchan palabra, mensajes, conocen la palabra, pero lo que hacen está vacío.
Oyen pero salen de la misma manera en que llegaron, el Espíritu opera pero ellos salen igual.
A Dios no le amedrenta el vacío; EL ES ATRAÍDO A ORDENAR LAS COSAS. Tú no puedes llenar tu vacío, primero debes ordenar aquello que provocó ese vacío. Cuando hay desorden, hay vacío y esto trae tinieblas, oscuridad en la mente, en el corazón, donde te da ceguera, todo se oscurece a tu alrededor.
Esta es la fórmula de la multiplicación de ELOHIM:
ORDENAS, PARA LLENAR, BENDECIR Y MULTIPLICAR.
No es suficiente creer que Dios te suple; es vital creer que ÉL quiere que tú te multipliques. El problema es del hombre que abre puertas. Tú nunca ves los resultados externos de inmediato, pero cuando el pecado se mete en tu vida, eventualmente lo vas a ver afuera.
El huerto se distorsionó por completo, pero no de primera intención. Lo que ocurrió fue que, como la orden seguía siendo la misma, multiplícate, lo que se multiplicó fue el pecado.
Dios necesita de un hombre que pueda multiplicar para ÉL Poder hacer una nueva creación.
Te pregunto: ¿Eres tú quién tiene que activar la nueva creación, esa bendita fórmula de la multiplicación?
Tus generaciones no tienen que vivir de la misma manera.
¿Estás dispuesto a que ELOHIM te use para hacer una nueva creación?
Te bendigo Hombre o Mujer que lees está reflexión, declaro en el nombre de Jesucristo, que hoy permites al Creador de tu vida a que ordene todo en tu vida.
Shalom, un Rosh Hashanah y Yom Kippur.
Marlene Chorro profeta de Jesucristo.
