“Pero después los israelitas buscarán nuevamente al Señor su Dios…. En los últimos días acudirán con temor reverente al Señor y a sus bondades”. Oseas 3.5
Conocí a un esposo que perdonó las infidelidades de su esposa. Conozco esposas que han perdonado las infidelidades de su esposo. ¿Has sido infiel?… suena fuerte ¿verdad?… lo sé, es molesto, incómodo y también es una realidad, hay mucha infidelidad. Pero este escrito no es acerca de la infidelidad matrimonial, de hecho esto es acerca de la profunda y esperanzadora FIDELIDAD del amor de Dios, es un cuadro de avivamiento bíblico, volver a la comunión VIVA, INTENSA, PROFUNDA Y CONTÍNUA (Sal. 85.6).
Oseas fue un profeta del Reino de Israel en el Antiguo Testamento. Su mensaje es asombroso, ¿por qué?… es asombrosamente lleno de amor. No es el “León” del profeta Amós (previo a Oseas), sino que trata el juicio de Dios narrado desde los lentes de su amor firme y fiel por una esposa infiel que se prostituye con sus amantes. La profecía no se centra en la justicia, la rectitud y el juicio, sino en conocer y experimentar el amor fiel que no permitía que el Señor abandonara a Israel a pesar de su infidelidad. La esperanza del pueblo se sostenía sobre un pilar llamado “Arrepentimiento” y otro llamado “Amor”, así el Señor estaba listo para restaurar su relación con su amado pueblo infiel.
La orden fue extraña, conflictiva y escandalosa, Oseas debía casarse con una prostituta… y lo hizo. Eso se convirtió en la figura de la relación de Dios con su pueblo, un esposo profundamente enamorado casado con una prostituta infiel… escandaloso. Así corren los primeros 3 capítulos del escrito de Oseas, la relación dolorosa entre un esposo enamorado y su esposa prostituta, siempre lista para soltar la rienda de sus pasiones… INFIDELIDAD.
Pero dejemos a Israel y Oseas en paz, tengo una pregunta: ¿has sido infiel?…. me refiero, ¿has sido infiel a Dios?… ¿te has entregado a las pasiones de tu carne o a la desobediencia ignorando su Palabra?… ¿Has sido infiel?… ¿estás lejos de tu amado?. Él con dolor observa tu infidelidad pero te espera con amor: “acudirán con temor reverente al Señor y a sus bondades”. Vuelve con temor reverente a Jesús, esto que lees no es acerca de la infidelidad, sino de su amor, Él quiere volver a empezar por una razón única y suficiente: AMOR!!!
“…buscarán nuevamente al Señor su Dios… acudirán con temor reverente al Señor y a sus bondades”… Volvemos con temor reverente, nos acercamos y volvemos a empezar, AVIVAMIENTO, el fuego arderá en tu corazón, te reconectarás y alcanzarás de nuevo la grandeza de sus bondades: poder, autoridad, milagros, propósito, victoria, etc. Es hora de volver.
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