El pasado 25, 26 y 27 de abril el movimiento “Tomando Mi Nación” encabezado por el Pastor Mauricio Navas de Iglesia Del Camino, se desplegó por diferentes partes de El Salvador para proclamar y orar por la nación.
Con el fin de hacer eco en las personas que se puede tener un El Salvador diferente si como pueblo se humillaren, diferentes comisiones se movieron por cielo, tierra y mar, levantando manos, con pancartas o tocando el chofar declararon un cese a la violencia en El Salvador. Algunos grupos se concentraron en las afueras de las escuelas como por ejemplo la filial de Iglesia Del Camino en Santa Lucia. Otros grupos se concentraron en plazas como “El Centro Histórico de San Salvador”.
Es un evento en el que se suman esfuerzos no solamente como Iglesia Del Camino, diferentes iglesias y pastores a nivel nacional se suman a esta intervención y proclamación por un El Salvador diferente.
Este año el lema de este magno evento fue “Vivo, Amo y Oro Por Mi Nación” en una entrevista realizada por La Prensa Cristiana al Pastor Mauricio Navas recientemente no explicaba la importancia de ayunar y orar por una nación:
“Cuando volvemos nuestra mirada a las páginas de la escritura nos encontramos que esta fue la decisión sabia de reyes de Israel e incluso paganos como el rey de Nínive utilizaron para atraer sobre sus pueblos o naciones la bendición del Señor, el ayuno es una actitud de humildad ante Dios, El no permanecerá indiferente a este tipo de declaración, que puede ser dada a Dios mediante el ayuno, la oración sabemos que ha cambiado la historia de la raza humana, el ayuno y la oración es un instrumento que nos ayuda a alcanzar el favor de Dios para nuestro país”.
También nos mencionó sobre la necesidad que la iglesia se mantenga unida en propósitos:
“Creo que el tema de la violencia es de primer nivel en nuestro país, estaría solucionado si nosotros hubiésemos hecho más esfuerzos para provocar la unidad entre nosotros, hay murallas que solamente van a caer si estamos en unidad” expresó Mauricio Navas Pastor General de Iglesia Del Camino.
El Pastor Navas hizo énfasis en la gran necesidad que existe dentro de El Salvador que sufre el gran impacto de la violencia, al igual instó a que se debe amar a su país no importando las circunstancias en el que se encuentre:
“Hago un llamado a todo el pueblo cristiano evangélico, al liderazgo, pastores, a las congregaciones a que volvamos nuestra mirada a nuestro país, de nuestro país se habla mal y aun en la iglesia, en la boca tenemos la vida y la muerte, toda la iglesia puede comenzar con el hablar bien de este país y bendecir esta nación, debemos cambiar ese idioma y hablar bien de nuestra tierra”
El cierre de los 3 días tuvo lugar en Centro Internacional de Ferias y Convenciones CIFCO, La banda invitada este año fu En Espíritu y Verdad.
Un suceso que marca El Salvador, todos es un solo sentir, clamar por un El Salvador bendecido y libre de toda violencia.
Diferentes pastores cada año son invitados para dirigir una oración en específico dentro del evento, este año El pastor Edgar López Bertrand Jr. De La Iglesia Tabernaculo Biblico Bautista Amigos de Israel Central fue el encargado de orar por la paz de El Salvador:
“Padre si no hay perdón, no hay paz. Perdona nuestros pecados, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a todos aquellos que nos ofenden, queremos paz en nuestro corazón, queremos paz en nuestras casas, paz en los partidos políticos, paz en nuestras comunidades y nuestro país EL Salvador, queremos paz entre los ministros del evangelio, paz entre las iglesias, paz entre los ministerios evangelisticos. Porque tú eres príncipe de paz” concluyó el pastor Bertrand Jr.
Por su parte el pastor José de La Paz Palacios de Iglesia Altar de Dios expresó “ Dios demanda a los ministros y a su pueblo que oremos por nuestros gobernantes, todas las instituciones que forman parte del gobierno necesitan que Dios los ilumine, que se aprueben y modifiquen leyes bajo la voluntad de Dios”.
De esta forma el Movimiento 3 días Tomando Mi Nación, busca contribuir al cese de la violencia en El Salvador, y que la perspectiva internacional sea diferente.
