Hace más de 230 años, la Asamblea General de Virginia aprobó el Estatuto para la libertad religiosa, que fue escrito y definido por Thomas Jefferson. Jefferson expresó que “Todos los hombres serán libres de profesar, y argumentar para mantener sus opiniones en asuntos de religión, y que de ninguna manera disminuirán, ampliaran o afectaran sus capacidades civiles”.
Este estatuto presentado por Thomas sirvió como catalizador para la primera enmienda que consagra la ley para evitar la interferencia del gobierno estadounidense en la religión. 200 años después EEUU es una de las naciones con mayor diversidad religiosa en el mundo.
Cada 16 de enero se conmemora el Día de La Libertad Religiosa recordando de la primera enmienda de la constitución de los Estados Unidos que prohíbe la creación de una ley que atente contra la práctica libre de una religión y vulnere la libertad de expresión.
El presidente Trump a través de un comunicado de la Casa Blanca dejo saber que dentro de su administración no tolerará la violación a la capacidad de ningún estadounidense a adorar abiertamente y libremente como le ordene su fe. El presidente ha firmado varias órdenes que apoyan a pastores, instituciones cristianas para promover la libertad religiosa.
