Como parte de las medidas que el Gobierno de El Salvador y ante la eminente necesidad de espacios que genera la posibilidad de repatriación de salvadoreños alrededor del mundo que no han podido entrar al país por el cierre de las fronteras, el Ministerio de Obras Públicas ha comenzado a gestionar y habilitar iglesias evangélicas como una solución.
Tal es el caso del Tabernáculo Bíblico Bautista Amigos se Israel, quienes están acoplando el Edificio Gamaliel como centro de contención.
«Vamos a albergar entre 200 a 400 personas, se ha comenzado a sanitizar el edificio, era una inquietud que había puesto desde hace ratos Dios en nuestro corazón, y vamos a hacer lo mismo con nuestras demás iglesias al interior del país si es necesario, será así en cada filial propia que cuenta con edificio, es la mejor manera de celebrar nuestro 43 aniversario a lado de los que más lo necesitan, de que sirve un edificio sin ayudar a la gente, estaremos listos en 72 horas, para ayudar a la gente el tiempo que dure la pandemia». Expresó Edgar López Bertrand Jr. Pastor general del Tabernáculo Bíblico Amigos de Israel.
Por su parte Asambleas de Dios ha habilitado el Centro de Convenciones CUPINCO, el cual se encuentra en el municipio de Olocuilta, sobre la carretera a Comalapa. Lugar que la conferencia de las Asambleas de Dios utiliza para sus reuniones anuales, dónde convocan a los pastores de todo el país, pero en esta ocasión será un lugar para atender a más de 250 personas con todas la comodidades necesarias para hacerle frente a la pandemia.
En esa misma visión la Iglesia Cristiana Kemuel, hará honor a su slogan «Levantados por Dios», y será así como pondrán a disposición sus instalaciones para facilitar espacio para las personas que las autoridades dispongan movilizar a este lugar.
La iglesia evangélica salvadoreña mantiene una labor constante de acción social, el cual intensifica en situaciones de emergencia, tal cual como lo está haciendo en tiempos del Coronavirus; con el pasar de los días se irán conociendo otras iglesias que también abrirán sus puertas para ser centros de contención.
Las iglesias cristianas salvarán miles de vidas con este noble gesto que permite reducir significativamente el riesgo de transmisión del coronavirus. La solidaridad y el compromiso social de las iglesias cristianas con el pueblo cuando atraviesa este momento de tribulación y sufrimiento se pone en evidencia una vez más al poner al centro a las personas. No tengo más que aplaudir este significativo esfuerzo de sumarse al enorme desafio de salvar vidas.