La autorregulación

La AUTORREGULACIÓN de las emociones es parte de la INTELIGENCIA EMOCIONAL, esta nos hace ser más aptos para responder a la vida. Jamás habíamos vivido un confinamiento en casa. Todos, pequeños y grandes nos podemos estar sintiendo estresados, ansiosos, aburridos, cansados, preocupados. Albergábamos la esperanza que ya íbamos a poder salir de casa, al menos en El Salvador, y el período se ha extendido, por el momento, hasta finales de abril.
Así que, es de vital importancia que aprendamos a AUTOREGULAR las emociones, ya que no podemos estar peleándonos con los que estamos compartiendo el confinamiento, o hundirnos en el sofá frente al televisor o al celular, ni llenarnos de ansiedad, pegando de gritos, mordiéndonos las uñas o comiéndonos todo lo de la despensa y refrigerador.

Te sugiero algunos puntos para que AUTOREGULES tus emociones y también les enseñes a los tuyos a que lo hagan:

1. Aprende a identificar tus emociones: ¿qué sientes?, enojo, embotamiento, tristeza, preocupación, incertidumbre, frustración, paz, alegría, amor, descanso, armonía…. ¿qué sientes?.

Puedes identificar tu sentir, a través de tus reacciones, de tus respuestas, tanto con tu entorno como, contigo mismo. Es decir, si fuiste hostil con tu hijo al ayudarle al hacer las tareas, pregúntate qué estas pensando y sintiendo en ese momento que te llevo a la hostilidad. Si te sientes cansado o preocupado justamente en el tiempo de ayudar a tu hijo, es mejor decirle que en ese momento no lo puedes ayudar, ya que te sientes (expresa cómo te sientes) abatido. Cuando te sientas mejor, puedes ayudarlo. Tienes derecho a sentir todas las emociones existentes, no tienes porque limitarte, no es fácil cambiar nuestro estilo de vida de un momento a otro. Lo que si, no puedes hacer, es desquitarte con tu familia, no se vale la violencia de ningún tipo.

Al levantarte podrías dedicar unos minutos a escribir una bitácora de tus emociones del día anterior, cómo te sentiste, cómo expresaste tu sentir, qué fue lo mejor del día, qué aprendiste, qué puedes fortalecer o mejorar para este día, qué no te gusto o incomodó. Ponle fecha a tu bitácora y léela de vez en cuando.

1. ESCUCHA, no solo oigas.
   Sé, que ya muchos están en el afán confinados en sus casas, limpiando, organizando, cocinando, los que pueden, están trabajando en línea y muchos otros, su trabajo lo han cambiado por las series, videos, noticias, tv., etc.

¡No te afanes por favor!, hoy tienes la oportunidad para aprender a vivir sin afán, a escuchar a Dios, a escucharte a ti y a escuchar a tu conyugue, a tus hijos, a tus padres, a tus amigos, a tus hermanos, no importa que sea virtual.

Escuchar es ver el lenguaje no verbal del emisor, sabes que el 70% de nuestra comunicación es a través de nuestro cuerpo, gestos faciales, tono de voz, postura, el tono de color que nuestra piel toma cuando nos expresamos; y el 30% son nuestras palabra, lo que decimos. Aprovecha esta crisis para convertirla en oportunidad de ESCUCHAR, hacer contacto visual, percibir lo que realmente esta pasando y no confudir la realidad con las suposiciones que muchas veces hacemos de la realidad.

1. Pensamientos POSITIVOS.
   Sentimos y somos lo que pensamos. Percibimos el medio ambiente a través de los sentidos, el cerebro manda un mensaje, ya sea positivo o negativo al corazón, que se convierte en sentimiento, a partir de lo que sentimos, actuamos.

Nadie dice que es fácil el confinamiento, viene todo tipo de incertidumbre, tanto de salud, familiar, económica, personal y al estar inmerso en la incertidumbre se presenta el miedo que nos produce altos niveles de ansiedad. La pregunta es, ¿puedes parar esta crisis?, la respuesta es negativa. Entonces, qué si puedes hacer en esta crisis?, hay infinidad de respuestas, usa tu creatividad y dale un giro a tu estilo de vida. Ocupa tu mente en cosas positivas, aprende algo nuevo, comunícate virtualmente con tus seres queridos, juega con tus hijos, abraza a tu pareja, ve películas de superación personal o de humor, lee, escribe tu bitácora emocional, escucha a Dios, cocina recetas nuevas, descansa, arregla tu casa, dibuja, haz ejercicio.

1. Actitud POSITIVA y DISCIPLINA
   Hace un mes que estabas en tu afanada vida fuera de casa, ¿que querías hacer o aprender?, tocar guitarra, cantar, bailar, dibujar, leer, tener más tiempo para alabar y orarle a Dios, compartir con tus hijos, con tu conyugue. Ahora es el momento para que lo hagas, hazlo, aprovecha el tiempo, no abra otra oportunidad. Hay tantos videos gratuitos en los que puedes aprender lo que se te ocurra, tanto individualmente como en familia. Es cuestión que quieras hacerlo, nadie te lo impide. Solo es que organices tu tiempo, un poquito de todo, disciplina y constancia. Y verás que cuando salgamos del confinamiento, seremos personas diferentes, habremos aprendido a valorar y apreciar lo que verdaderamente es importante. Y habremos desarrollado nuevas habilidades que ni siquiera sabíamos que teníamos.
2. TIEMPO FUERA
   Todos tenemos las emociones a flor de piel. Así que cuando las situaciones se empiecen a poner calientes, mejor retírate. El tiempo fuera también aplica para los adultos, no solo para los niños. Se lento para contestar y rápido para ayudar. Y acuérdate de empatizar, tu familiar también esta estresado, así que no peles batallas que no tienen importancia. Mejor tómate tu tiempo fuera, respira hondo y profundo, trae a tu memoria todos los momentos felices que han pasado juntos y el amor que le tienes. Voltea a ver el lindo y despejado cielo que Dios nos esta regalando a diario y esa luna llena roja espectacular, e interioriza en tu corazón, preguntándole a Dios, ¿qué debo cambiar Padre?, ¿qué debo de aprender Señor?
3. MUEVE TU CUEPO
   Aunque te suene trillado, tienes que moverte, no solo basta con los quehaceres del hogar, haz alguna rutina de ejercicios, baila, sube y baja escalones, o qué te parece el steps, lo recuerdas?. La idea es que estimules la hormona de la felicidad, llamada endorfina. Si puedes hacer ejercicio en familia, sería genial, una actividad para unirse y divertirse juntos, inclusive para retroalimentarse y ayudarse a realizar bien los ejercicios.

Quiero finalizar este artículo, diciéndote que de esta crisis saldremos adelante, Dios jamás nos dejará, saca el mejor provecho de esta oportunidad de estar en casa, ya no estés atribulado con pensamientos negativos, recuerda que no puedes hacer nada para combatir el virus; lo que si puedes hacer es quedándote en casa, pensar, sentir y actuar positivo.

Con mucho cariño fraternal,
Camarena Psicología.
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