Génesis 19:12 “Luego dijeron los varones a Lot: ¿Qué estás haciendo en este lugar? (La Unidad)
El capítulo 19 de Génesis nos muestra los resultados que se obtienen cuando un padre, cabeza de familia decide dedicarse primero, a las cosas del mundo y poner las cosas del Reino de Dios en segundo lugar.
Este episodio en la vida del sobrino de Abraham, Lot, que caminó un buen trecho bajo su cobertura, que lo vio haciendo altares en su caminar, que lo observó despojarse de todo deseo material, que lo escuchó enseñar los mandamientos de Dios a sus siervos, que quizá oyó cuando corrigió a su esposa Sara porque a veces ella era demasiado temperamental, sí, este sobrino Lot, un día toma la fatal decisión de abandonar el nido de su tío que buscaba como agradar a su Dios, y se fue a buscar la manera de agradarse a sí mismo.
Y escogió Sodoma y Gomorra. Dos ciudades gemelas. Y, como gemelas, tendían a hacer las mismas cosas perversas. No tenían el Nombre de Dios en sus corazones ni les interesaba en lo más mínimo conocerlo. Por consecuencia, sus conductas eran depravadas, aborrecibles y llenas de corrupción. No eran inmorales. Tampoco morales. Eran amorales. El epítome de la bajeza humana.
Y, aunque Lot en su fuero interno tenía cierto y vago conocimiento del temor a Dios y trató de mantenerse apartado de esas costumbres, no fue así con su familia. Perdió todo control primero de su esposa, luego de sus hijas y por último de sus comodidades materiales como veremos en los próximos Bocaditos de pan.
Los ángeles solo le hacen una pregunta lapidante: “¿Qué estas haciendo en este lugar?” Lo que está escondido en esta pregunta es: “Lot, tú conoces a Dios, lo viste actuar en la vida de tu tío Abraham, lo viste haciendo milagros y prodigios, viste el humo de los sacrificios de tu tío cuando ascendía al cielo en honor del Señor, viste como lo ayudó a vencer a tus captores y rescatarte del secuestro. Lo viste con tus ojos, Lot, ¿qué estas haciendo en este perverso lugar? ¿Qué estas haciendo con esa clase de amigos que te apartan de la santidad? ¿Qué estás haciendo con ese número oculto en tu celular que te pone en peligro de adulterar? ¿Qué haces, amigo mío, jugando con el pecado que te hará perder la amistad de Dios?
