Durante el 23, 25 y 27 de junio, El Salvador fue sede del primer congreso “Ilumina” 2025, organizado por la Asociación Misionera Evangélica Mundial (AMEM), teniendo como eje central la reflexión y acción en torno a las misiones.
El evento congregó a pastores, evangelistas y líderes en la zona oriental, San Miguel, occidente, Ahuachapán y de San Salvador. Así como de países como Ecuador, Colombia, Corea, Venezuela, Honduras, República Dominicana, Eslovenia y Estados Unidos.
“Ilumina” se llevó a cabo por primera vez en el país, con el propósito de capacitar y entrenar a diversos ministerios bajo el mandato de la Gran Comisión, según Mateo 28.

Para el coordinador general de AMEM, pastor Francisco Bonilla, el congreso superó todas las expectativas, tocando profundamente el corazón de los participantes.
“Los templos se han convertido en cárceles de la Palabra”, expresó Bonilla, aludiendo a la necesidad de que la Iglesia predique no solo hacia adentro, sino hacia el mundo, donde el mensaje del evangelio es más urgente.
El evento contó con el respaldo de la Diáspora Cristiana Salvadoreña en Estados Unidos, con sede en Houston, liderada por el Dr. Josué Anaya.
“Dios me confirmó que sigue estando en las misiones”, afirmó Anaya, subrayando que el congreso revitalizó el llamado a fortalecer la labor misionera. “Cada pastor debe ser ejemplo en su congregación y promover la evangelización local. Está bien ir a Rusia o Japón, pero nuestra Jerusalén es donde vivimos hoy”, enfatizó.

Por su parte, el pastor Orlando del Cid, de la Iglesia El Corazón de Dios en Houston, señaló que “Ilumina” deja un compromiso claro: centrarse en la cosecha espiritual.
“El Espíritu Santo nos está revelando la dirección. No hay excusas para no cumplir la Gran Comisión”, indicó.
La Iglesia Canaán de las Asambleas de Dios, ubicada en El Refugio, Ahuachapán, al occidente de El Salvador, fue una de las sedes del congreso.
Su pastor general, Samuel Galicia, calificó el evento como desafiante y motivador.
“Hemos recibido herramientas y claridad para llevar el evangelio con mayor fuerza y estrategia. Ya no basta con congregarnos; debemos ir y compartir la palabra con quienes aún no la conocen”, afirmó.

Durante el congreso también se realizó un conversatorio que reafirmó la necesidad urgente de que pastores y líderes asuman con seriedad su llamado misionero.
No se trata de delegar, sino de obedecer. La misión es global, pero comienza de manera personal.
Para sus organizadores, “Ilumina” marca el inicio de una nueva etapa de compromiso, visión y envío.

Como Iglesia salvadoreña, el reto es levantarse con pasión y llevar luz donde aún reina la oscuridad.