“Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría;Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.” Proverbios 4:7 La sabiduría humana es limitada e incompleta, mientras que la sabiduría de Dios es inescrutable e insondable. Por ello somos animados a adquirir esa clase de sabiduría, la que viene de lo alto y tenerla en gran estima, por sobre todo lo que podamos tener, el Señor espera que nuestra posesión más valiosa sea esa clase de inteligencia. Cuando Salomón empezó a reinar, lo que le solicitó a Dios fue sabiduría para gobernar y luego todo lo demás vino por añadidura, pero la posesión más valiosa fue la inteligencia que recibió del Padre celestial. ¡Búscala!