El propósito de una red social es establecer vínculos entre personas con afinidades, compartir emociones, alegrías, y acercarse a personas que comunican a través de sus post, fotos o estados. Cuando Twitter nace se establece como la manera de interpretar el nuevo tiempo, de decir mucho con pocas palabras, al inicio solo era posible 140 caracteres y en la actualidad se permite 280 caracteres, es adaptarse a decir pensamientos profundos en esa cantidad de caracteres.
Poco a poco Twitter pasó de ser una red social con atributos normales a convertirse en una ventana al mundo donde lastimosamente predomina el odio, insultos y ofensas; esto ha permeado en todos los actores participantes en la red como victimarios, victimas y cómplices. Como terceros se ha caído en una actitud pasiva y fría al ver a otros ultrajarse.
No es normal, lo vuelvo a escribir, no es normal, las redes tienen la función de comunicar todo lo que soy, en mi caso como pastor y ministerio. Cuando recibo ofensas sí afectan, es común escribir un texto bíblico y al poco tiempo alguien está reaccionando haciendo acusaciones solo por el hecho que quien escribió es pastor. No podemos pretender que no existen las redes, ni debemos salirnos de ellas, más bien debemos centralizar nuestros esfuerzos en ser instrumentos de paz en todos los espacios.
Twitter es el reflejo de una sociedad herida, dañada, sin Dios, que no ha perdonado y por consiguiente no cree en el prójimo. En una era donde las redes sociales son la forma moderna de expresión y comunicación se hace necesario mantenerse vigente y difundir un mensaje relevante. Es imperante buscar la sanidad al corazón afectado a través de una relación con Dios.
Seguramente la afección no está en el tweet que alguien emite, sino en los comentarios que comienzan a generarse en la publicación, demuestra que muchos internautas viven a la defensiva, atrofiados, que escriben a la luz de sus emociones y no del pensamiento. La relación con Cristo me da a mí la capacidad de no responder, de ser prudente y respetuoso con el prójimo. Está prohibido como cristiano ofender a alguien a través de twitter o de cualquier otra red social, es algo que va contra los principios bíblicos, debo aprender como cristiano a actualizarme, compartir y expresar mis pensamientos en ellas pero no a ofender, ni a introducirme en temas escabrosos de algún individuo que son elementos que no conciernen.