Este día conmemoramos nuestro 199º Aniversario de Independencia. Estamos a un año de celebrar el Bicentenario de la gesta que logró la libertad de nuestra querida Centroamérica, incluida la de nuestro querido El Salvador.Una de las frases que nos caracterizan como nación es la que reza en la Bandera Nacional: DIOS – UNIÓN – LIBERTAD. Este día quiero animarnos de manera general a ser vigilantes de nuestra libertad y de manera específica, a garantizar la libertad de expresión.En nuestra constitución leemos:«Art. 6.- Toda persona puede expresar y difundir libremente sus pensamientos siempre que no subvierta el orden público, ni lesione la moral, el honor, ni la vida privada de los demás. El ejercicio de este derecho no estará sujeto a previo examen, censura ni caución; pero los que, haciendo uso de él, infrinjan las leyes, responderán por el delito que cometan.En ningún caso podrá secuestrarse, como instrumentos de delito, la imprenta, sus accesorios o cualquier otro medio destinado a la difusión del pensamiento.No podrán ser objeto de estatización o nacionalización, ya sea por expropiación o cualquier otro procedimiento, las empresas que se dediquen a la comunicación escrita, radiada o televisada, y demás empresas de publicaciones. Esta prohibición es aplicable a las acciones o cuotas sociales de sus propietarios.Las empresas mencionadas no podrán establecer tarifas distintas o hacer cualquier otro tipo de discriminación por el carácter político o religioso de lo que se publique.Se reconoce el derecho de respuesta como una protección a los derechos y garantías fundamentales de la persona.»Una sociedad del siglo XXI no debe perder la capacidad de dialogar y de establecer acuerdos. Es importante que como país mantengamos nuestros oídos atentos a aquello que los demás tengan que decir, así sea contrario a nuestro pensamiento.De nuestra constitución se desprenden con claridad, principios que son la base de nuestra democracia:a. Debemos expresarnos con respeto. La dignidad de la persona humana y de cada salvadoreño debe ser mantenida en el ejercicio de nuestra libertad de expresión. Quién expresa sus ideas no debe hacerlo para difamar, calumniar, engañar o manipular a los demás, sino que debe expresar su pensamiento con respeto, con propiedad y coherencia.b. Debemos ser responsables de lo que decimos. Cuando las consecuencias de nuestras palabras nos alcanzan, pensamos dos veces antes de hablar. Pero cuando las instancias correspondientes no cumplen su papel de responsabilizar a aquellos que difaman, tergiversan o pervierten la información, se genera impunidad y no se contribuye al estado de derecho.c. Debemos fomentar la libertad de expresión, no restringirla. Todo lo que hagamos para generar esa cultura de la diversidad de opiniones, dónde podamos dialogar con libertad, respeto y claridad; no con la intención de vencer a los adversarios, sino con la finalidad de persuadir, construir y acordar; será en beneficio y fomento de este derecho. Restringir esta libertad por medio de la coacción y otros medios, no debe ser algo que permitamos en nuestra sociedad si queremos avanzar a mejores momentos.d. Debemos aprender a escuchar. “Tenemos dos oídos y una boca, para escuchar más y hablar menos” reza un proverbio judío. Es inherente que cada persona tiene el derecho de respuesta y debemos asegurarnos de que por lo menos tenga la oportunidad de ello.Todos sabemos que vivimos tiempos excepcionales durante este 2020, derivados de la situación generada por la pandemia del COVID-19 y sus efectos, del período preelectoral, de la polarización en la que vive nuestro país, de la falta de capacidad de diálogo entre los principales actores sociales de nuestra nación y de no contar con líneas estratégicas claras para el futuro de El Salvador… Todo ello requiere que hablemos y acordemos. En la medida que fomentemos la libertad de expresión, haremos de esta nación algo más grande de lo que ya somos; pero en la medida que perdamos la capacidad de dialogar y acordar (por más antagónicas que sean las opiniones) estaremos comprometiendo el futuro de nuestro querido El Salvador.¡Feliz Día de la Independencia! Recordemos: DIOS es quién nos da UNIÓN y LIBERTADMauricio Castellón.Presidente de Alianza Evangélica de El Salvador.