fbpx
viernes, mayo 3, 2024

Cafecito: “RECONCILIÁNDOME

- Publicidad -spot_img


Inicio este cafecito relatándoles una anécdota sobre la fe: Un día los hombres y mujeres de un pueblo, estaban muy preocupados porque había una gran sequía, los líderes se organizaron y decidieron unirse para orar al Padre y pedirle Su favor para que lloviera; al llegar el día de la oración, asistieron todo tipo de personas de todas partes dentro y fuera del pueblo, diferentes religiones y denominaciones, para unirse y ser testigos de ese único y notable acontecimiento que sucedería en ese pueblo, pero lo curioso fue que de todos los asistentes… “”sólo una niña llegó con paraguas””.
El 01 de Octubre en mi querido país El Salvador, tradicionalmente se celebra el día del niño, y por igualdad del género, se destinó posteriormente a nivel internacional el 11 de octubre para celebrar el día de la niña. Independientemente del día, hoy es un buen día para que reflexionemos esa hermosa etapa de nuestras vidas… la niñez, que a veces ha sido profundamente marcada por algún acontecimiento negativo y en ocasiones esta herida de la infancia no nos permite SER felices y aprendemos a PARECER ser felices.
Es importante conocer que para sanar a nuestro niño interior, debemos evitar o al menos tratar de no ir por la vida buscando culpables, tampoco podemos señalar a nuestros padres como los principales responsables que nosotros seamos de tal o cual manera. Al contrario, debemos abrazar el perdón y la gratitud hacia ellos, es necesario si realmente queremos sanar y comenzar a trabajar en nosotros mismos dejando el papel de víctimas. Incluso sino conocimos a nuestros padres biológicos debemos perdonarles y mostrar esa gratitud hacia las personas que nos cuidaron y educaron.
Hay que decirles con consciencia y desde lo más íntimo de nuestro corazón:
“Te perdono y gracias por todo, por lo que me dieron y lo que no me dieron, ahora yo -el adulto- me encargo de conseguirlo con honestidad”.
¿Sabes por qué? Porque, al final, ellos también fueron producto de su historia y nos dieron todo lo que tenían para darnos, ni más ni menos. Porque estamos convencidos de que si ellos conocían como hacer las cosas diferentes para demostrarnos su amor incondicional, lo hubieran hecho, pero… “el hubiera no existe”.
Esto no significa que les estemos justificando, sino que nos estamos haciendo conscientes de lo que sentimos, reconociendo “responsablemente” nuestras sensaciones, debilidades y haciéndoles frente “sin miedo”, para curar nuestro interior. Hoy ya somos adultos, por lo tanto, responsables de buscar y encontrar soluciones soltando esas creencias y comportamientos que ya no nos sirven para seguir creciendo como personas libres y auténticas para tan solo Ser y cumplir con el propósito para el cual Papá Dios nos ha dado el Don más bello “la vida”.
Ser siempre niños… Tener nuestro interior sano, libre de apegos y de rencores, es nuestro trabajo como adultos responsables que hoy somos.
Dice Papá en Su Palabra que para entrar al reino de los cielos hay que ser como niños y vivir como tal. Y es que ¿podrá haber algo más real y sincero que la inocencia que sale del alma de un niño, de su corazón que es puro? Es una maravilla con la simplicidad que viven, no se complican la vida como nosotros los adultos. Su capacidad para perdonar es impresionante, digna de ser imitada. Si todos, incluyéndome primero, viéramos el mundo a través de los ojos de un niño, sería un mejor lugar para vivir.
Con este cafecito quiero invitarte que en medio de toda situación, corramos a los brazos de Papá Dios, ya que Él tiene algo que NADIE más tiene “AMOR INCONDICIONAL” (aún con nuestros errores). Entonces, hay que volver a ser niños y soltarnos sin miedo en los brazos de nuestro Papá amoroso -Dios- confiados en que Él siempre tendrá la capacidad de rescatarnos de cualquier caída en la vida y de curarnos por más profunda y enferma que esté nuestra herida interior.
Por supuesto que muchas veces no logro mantener esa actitud de vida y cuando el miedo y la impotencia se apoderan de mi asustando a mi niña interior entonces me digo: «Ten calma mi niña, ahora yo -la adulta- cuido de ti y de ambas cuida Papá Dios. No hay nada que temer, con Papá estamos a salvo, Él dijo que no nos dejará ni desamparará (Josué 1:5) y Yo le creo, porque si El dió esa promesa “Su Palabra es nuestra garantía».
He aprendido en mis diferentes procesos, que aunque todo lo que haga o diga sea con corazón genuino, no debo esperar lo mismo de la otra persona, ya que si esa persona falla y no es genuina conmigo, simplemente es porque su niña/o interior está roto todavía, y nadie puede dar lo que no tiene y aunque en el momento me duela, me haga sentir triste y tenga muchos sentimientos encontrados, esas actitudes de la otra persona no deben quitarme mi paz interior, ya que esa no es negociable, ni mucho menos cambiar mi manera de ser y debo recobrar prontamente el ánimo y alegría.
Anhelo para ti y para mí con todo mi corazón que tengamos el Don de esa FÉ FIRME E INMUTABLE de la niña del paraguas y te comparto algo muy personal que aunque por hoy aun no veo cambios genuinos en el mayor de mis hijos, sigo pidiéndole a Papá por él, sigo creyendo con los ojos de corazón de madre que Dios lo hará en Su tiempo, mientras tanto en medio de toda circunstancia disfrutaré “a mi manera”, cada instante y SERÉ feliz, sonriéndole a esta aventura llamada “vida”; y solamente SER yo misma.
Por tanto, demos gracias a Papá Dios por abrir nuestros ojos cada día, por darnos lo suficiente para vivir, así que te invito a que bailes, saltes, cantes, juega, disfruta con tus mascotas sin pensar en el que dirán, sonríe, ama lo que haces, comparte un café, un helado, tu comida preferida, perdona rápido, da las gracias y abraza cada día a esos seres especiales que tienes a tu alrededor por existir en tu vida y no dejes pasar un tan solo día sin decirles cuanto les quieres, amemos ese niño interior hoy adulto tal cual somos, porque somos el diseño perfecto de Dios hechos a su imagen y semejanza.
Por hoy te invito a que nos reconciliemos con nuestro niño/a interior, y será hasta entonces que daremos “AMOR Y SONRISAS genuinas a todos sin excepción”, convencidos que NADA SE HA SALIDO DEL CONTROL DE PAPÁ DIOS.
¡UN ABRAZO!
Claudia Guillén
Escritora Libro:
Ordenando Los Juguetes Tirados
Columnista La Prensa Cristiana y otros
Medios digitales.

MiPazinteriorNoEsNegociable

YaNoTengoTiempoParaPerderElTiempo

UnDíaALaVez

AmoYDisfrutoMiNiñaInterior

SomosInstantes

- Publicidad -spot_img

ÚLTIMAS NOTICIAS

- Publicidad -spot_img

NOTICIAS RELACIONADAS

- Advertisement -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario
Por favor ingrese su nombre aquí