Por July de Sosa/ Ministerio Cristo Como Pastor (CCPAS)
La biblia exhorta con insistencia a que desarrollemos paciencia, que esperemos en el Señor confiadamente comoescrito esta: “Dios hizo todo hermoso en su momento…” Eclesiastés 3:11.
Comprender y aceptar la soberanía de Dios trae descanso a nuestra alma, en medio de las diferentes presiones que experimentamos, como la falta de empleo, el mal clima político, los diferentes estados de estrés, enfermedad y luto, que todos en alguna medida estamos viviendo en este tiempo en el cual muchos han sucumbido en el ensimismamientoque es veneno para el alma. La desesperación que produce suplir las diferentes necesidades y tener la respuesta a nuestro ¿Por qué? a menudo nubla la razón de nuestra existencia, que está anclada a un propósito diseñado por Dios amarrado con la promesa de que todo aquel que habita al abrigo del altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Aceptar esta realidad lleva a la comprensión de que la agitación interior es inútil frente a cualquier tipo de presión; porque ¿quién podrá por más que se afane añadir a su estatura un codo? El empeño constante en hacer las cosas a nuestro parecer es lo que ciertamente pone carga a nuestra alma, conociendo esto Jesús sugirió que en vez de afanarnos sigamos ejemplo de la naturaleza “No se preocupen por su vida, que comerán o beberán, ni por su cuerpo como se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? Mateo 6:25. Dicho de forma simple cada nuevo amanecer debemos revestirnos de paciencia y dependencia de Dios, en todo lo que hagamos, recordando que tener éxito no equivale a no tener problemas sino más bien, a confiar y esperar pacientemente en Dios. Seguros de que hay un tiempo para todo en este mundo razón por la que deberíamos de tener la capacidad de mantener un equilibrio entre cumplir las cosas que podemos lograr y tener paciencia para lo demás.
Si nos guiamos por el ejemplo claro que puso Jesús descartaremos toda preocupación de nuestra vida, consientes de que, si Dios viste a la hierba que hoy está en el campo y mañana no, ¿No hará mucho más por nosotros? Antes, de preocuparnos por lo que necesitamos sigamos el consejo y busquemos primeramente el reino de Dios y su justicia y todo lo que necesitemos será añadido en su tiempo.
Si en este momento las circunstancias en tu vida te empujan a la desesperación y debilitan tu confianza en el Dios de tu salvación. Te animo hoy, a que recobres ánimo y confíes en la soberanía de Dios recordando que todo lo hace perfecto en su tiempo.
Que la Paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guarde vuestros corazones y vuestros pfensamientos en CRISTO JESÚS.