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sábado, diciembre 28, 2024

Consejos para una vida de oración (Segunda parte)

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Continuando, con los consejos para una vida de oración, te comparto la segunda parte:

  • Ten un cuaderno, donde anotes peticiones y acciones de gracia

La primera razón para anotar las peticiones o acciones de gracias es sencillamente porque se nos olvida. Existe una innumerable cantidad de peticiones que no llevamos al Trono de la Gracia, porque las olvidamos o porque nuestro cerebro está inundado de situaciones del diario vivir, que nos abruman e interfieren en ese tiempo de intimidad con Dios. Al anotarlas nos enfocaremos en todas las peticiones: personales, familiares, ministeriales, de amigos y compañeros de estudio o trabajo, de hermanos en la fe que atraviesan pruebas y tribulaciones, de misioneros, de campos de misión, de pueblos no alcanzados, etc.

    Anota también aquellas oraciones contestadas y las peticiones muy personales sobre tus temores, recelos, dudas, miedos, etc. Ello te aumentará la fe y hasta servirá de testimonio para otros. En lo personal, tengo un cuaderno de testimonios, en el cual he escrito mis peticiones y acciones de gracias, lo he hecho para mis hijos, mis futuros nietos y toda mi familia, para que vean la grandeza del Señor que nos ha llevado de tiempos de angustia y dolor a tiempos de paz y alegría.

Escribir las memorias de oración, nos lleva a no olvidar sus favores, a conocerle más, a estar permanentemente cerca de Él y fortalece nuestra disposición para orar. También nos recuerda nuestras áreas débiles que han sido rescatadas por Él, entre otros múltiples beneficios.

1 Crónicas 16:11-13 (NTV). “Busquen al Señor y su fuerza, búsquenlo continuamente. Recuerden las maravillas y los milagros que ha realizado, y las resoluciones que ha dictado, ustedes, hijos de su siervo Israel, descendientes de Jacob, los elegidos de Dios.”
 
D. Fundamenta tus oraciones con porciones de la Biblia

Muchas veces las palabras se nos acaban, no hallamos que decir, podemos caer en vanas repeticiones. Para evitarlo, ora con versículos de la Biblia. Puedes apoyarte en los Salmos, en el Libro de Proverbios u otros pasajes.

Te doy algunos ejemplos:

Señor, tal como aparece en 1ª Timoteo: 1:5, te suplico: dame por favor “un amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida.”

-Señor, así como está escrito en Proverbios 3:6, te suplico que siempre te reconozca en todos mis caminos, para que Tu endereces mis veredas.

-Señor, Tú dices en Isaías 26:3 que: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.” Te pido que dicha promesa se haga realidad en mi vida.

-Señor, tal como aparece en el Salmo 141:3, te ruego para que pongas guarda a mi boca y también guardes la puerta de mis labios.

-Señor, como dice el Salmo 141:4-5, por favor no permitas ni dejes que se incline mi corazón a cosa mala, a hacer obras impías con los que hacen iniquidad y que no yo no participe de sus deleites.

-Señor, como menciona el Salmo 139: 23-24, por favor te pido que me examines, que conozcas mi corazón, que me pruebes para que veas si hay en mi camino de perversidad, revela Tu verdad sobre mi corazón y guíame en el camino correcto.

Puedes tomar ejemplo de tantos pasajes en las Escrituras, para que las apliques a tus peticiones, que piden primeramente el pan espiritual, entonces estarás orando en el espíritu. Su Palabra dice: “Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todo lo demás vendrá por añadidura.” (Mateo 6:33). Oremos, busquemos, anhelemos la dependencia del Señor.

E. Lee libros cristianos sobre la oración

Para mí fue una herramienta de gran bendición, porque cuando iniciaba mi nueva vida como creyente, Dios utilizó libros de edificación cristiana para llevarme a tener una vida de oración que me incentivaron a estudiar y practicarla con mayor profundidad e intensidad.

Compartamos con otros hermanos sobre este tema, no olvides que antes de decidir sobre la compra de un libro cristiano sobre la oración o cualquier otro tema relacionado con nuestro andar cristiano, debes primero pedir la guía al Espíritu Santo, suplica desde lo más profundo de tu corazón. Pide también que te guíe a ese hermano maduro en la fe para que te ayude sugiriendo un buen libro. Tienes esta gran promesa:

Salmo 32:8 (NVI)

El SEÑOR dice: “Yo te instruiré, Yo te mostraré el camino que debes seguir; Yo te daré consejos y velaré por ti.”

Recuerdo cuando leí mi primer libro sobre el particular, la autora relataba que a Dios le interesa todo lo que pudiera pasarme. Esto tocó mi corazón y encendió esa ansiada chispa de esperanza, pues me sentía muy sola. En lo sucesivo, siempre tuve en mente que a Dios le interesaba todo de mí.

Quiero cerrar con esta aclaración necesaria: los libros cristianos nunca sustituirán a la Biblia, pero de una manera creativa nos muestran pasajes y vivencias de los personajes bíblicos, que contribuyen a nuestro crecimiento en variadas áreas de nuestro andar en el Señor.

Por favor recuerda para estar orando constantemente esto al Dios Viviente: que te ayude a deleitarte en El, y amarle con pasión.

El Señor, en Marcos 12:30, nos dice: “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.”  No amamos al Padre, cuando solamente lo utilizamos para nuestros fines egoístas.  Amemos al Señor buscándole en todo momento, no solo cuando estemos con problemas, cuando no tengamos salud, estemos atribulados, etc. ¡Busquemos Su rostro SIEMPRE! 

Debemos ¡clamarle constantemente, en todo tiempo!, para que nuestra mente y corazón ame al Señor con todas sus fuerzas, ¡ahí radica el éxito de una auténtica y provechosa VIDA DE ORACIÓN!

Espero que estos consejos, los pongas en práctica, con el amor de Cristo,

Helen

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