Pablo fue un modelo de la oración intercesora. Él oró por todas las personas a quien el Señor le dio la oportunidad de hacerlo y ¡aún animó a otros estando en prisión! En la Biblia, Dios nos llama a rogar por todos los hombres, sean amigos o enemigos, por los gobernantes, y por aquellos que no conocen de Dios.
1ª Timoteo 2:1-5
“Exhorto, ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres; Por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad, porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro salvador, El cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.”
También Elías era un hombre de oración y de fe. En lo personal ¡me reta grandemente! En 1ª de Reyes 17:1-24, se nos relata acerca de una viuda que ha hospedado a Elías para darle alimento, y en ese intervalo de tiempo le fallece su hijo. Elías, entonces, le dice a la viuda: “dame a tu hijo”; y al tomarlo, lo lleva al aposento donde se alojaba, lo pone sobre su cama y clamando a Jehová dijo: “Jehová Dios mío, ¿aún a la viuda en cuya casa estoy hospedado has afligido, haciéndole morir a su hijo?” Y se tendió sobre el niño tres veces y clamó a Jehová y dijo: “Jehová Dios mío, te ruego que hagas volver el alma de este niño a él. Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él y revivió. Tomando Elías luego al niño, lo trajo del aposento de la casa y lo dio a su madre, y le dijo Elías: mira tu hijo vive. Entonces la mujer dijo a Elías: ahora conozco que tú eres varón de Dios y que la Palabra de Jehová es verdad en tu boca.”
Elías, como puedes observar, hizo una oración que expresa vida. Todos aquellos que clamemos por otros, tenemos la esperanza de que, al hacerlo, nuestras oraciones tendrán la energía de la vida de Jesucristo y que aquellos muertos espiritualmente podrán volver a vivir. El profeta tuvo carga por esta viuda y con todo su corazón suplicó al Dios Viviente por este milagro.
¿Escuchaste? Elías “tuvo carga”, ¿tienes tú carga por las personas espiritualmente muertas? Sino la tienes, recuerda, suplica al Señor por ese corazón sensible y empieza orando. Verás como Dios irá obrando y haciendo los respectivos cambios en tu corazón.
Imaginemos lo que vivió Elías, se unió al dolor de una viuda, con una profunda empatía y de ese modo clamó al Señor y su oración fue escuchada pues el niño volvió a vivir. Muchos nos damos por vencidos fácilmente. Si Dios nunca deja una obra a medio terminar, ¿por qué nosotros procedemos así en la oración, en el testimonio y en nuestro andar? Seamos como Elías: personas dispuestas a llevar las cargas del Señor en oración, sin rendirse.
Dios quiere confiarnos la gran tarea de interceder por otros. Muchas veces podemos ver iglesias muertas que no claman, ni tienen carga por las personas que están en oscuridad espiritual alrededor del mundo.
Sigamos el ejemplo del mayor portador de cargas, nuestro Sumo Sacerdote, el cual intercede una y otra vez por nosotros. Al ser un intercesor constante verás como tu vida de oración tendrá profundidad y será victoriosa.
Romanos 8:34
¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
Debemos dejar a un lado nuestra insensibilidad y clamar por aquellos que están espiritualmente muertos, aquellos que requieren palabras de aliento, que atraviesan duras pruebas o que están con múltiples necesidades, y volvámonos intercesores, dejemos de pensar sólo en nuestras necesidades.
Con el amor de Cristo,
Helen
