Mas el alma de los diligentes será prosperada.” Proverbios 13.4
En proverbios encontramos conceptos e ideas muy profundas y que para nuestro
aprendizaje se repiten ocasión tras ocasión. Uno de esos conceptos es la vida del
perezoso contrastada con la del diligente. No lograremos nada solamente deseando
sin hacer lo que nos corresponde. Dios ha prometido proveernos el pan de cada día,
pero Él espera que trabajemos con excelencia para recibir Su bendición. Este día
recordemos que el diligente recibe abundante satisfacción, es decir, el fruto de su
esfuerzo le permite lograr sus metas (estudio, trabajo, desarrollo, etc) y le permite
tener descanso en su corazón. Y a ti ¿te gana la pereza o eres diligente? Decide y
vive cada día con sabiduría en acción.