Nuestro anhelo es siempre tener gobernantes que piensen en el pueblo que
gobiernan. Es claro que el gobernante que no tiene entendimiento deja que la
corrupción crezca a tales niveles que finalmente oprime al pueblo por el cual está en
esa función. Sin embargo, el que dirige sabiamente a su nación, amando la
integridad y premiando la honradez, es el que tendrá larga vida al servicio de su país
y recibirá la recompensa de su labor. ¿Qué tipo de gobernantes esperas para ti? ¿Los
que oprimen al pueblo? O ¿Los que odian la corrupción? Recuerda, vive con
sabiduría en acción.