Cuando tenemos conflictos con los que amamos, tenemos por lo menos dos caminos
muy claros: El primero es guardarles el rencor por su ofensa y dejar que se afirme
cada vez más hasta convertirse en un odio que genere un círculo vicioso de rencilla
tras rencilla. El segundo camino que tenemos es decidir perdonar sobre la base del
amor comprometido que somos llamados a mostrar. Recuerda, “el amor todo lo
sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser.” Hoy
te pregunto ¿Amas lo suficiente como para perdonar? Disfruta del perdón y vive con
sabiduría en acción.