Y la lengua blanda quebranta los huesos.” Proverbios 25.15
Interesante comparación entre la fortaleza de los huesos y la voluntad del príncipe.
Debemos aprender cómo hablar a quiénes están en autoridad, en el caso del
príncipe descrito acá se requieren dos elementos: Paciencia y palabras suaves.
Cuando damos tiempo para que piense en lo que le hemos dicho con amabilidad,
podemos esperar que finalmente escuche y preste atención, esto resulta más
efectivo que la violencia, los gritos o cualquier otra táctica. ¿No podría funcionar lo
mismo en nuestras relaciones interpersonales? Práctica la paciencia y las palabras
adecuadas con Sabiduría en Acción.