“Porque tuyo es el reino, y el poder y la gloria, por todos los siglos. Amén…” (Mateo 6:13)
La semana pasada les compartí que también tenemos que decir al Padre “Tuyo es el Poder”, pero tienes que estar plenamente consciente de las implicaciones de tal afirmación: ¡Dios es Todopoderoso y sus hechos y sus bendiciones son nuevas cada mañana! ¡Su poder es ilimitado!
Observa varios de los poderosos hechos que hace nuestro Padre:
-Dios enumera las estrellas:
Salmo 147:4-5
“Él cuenta el número de las estrellas;
A todas ellas llama por sus nombres. Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; Y su entendimiento es infinito.”
- Dios tiene poder sobre el clima
Jeremías 10:12-13
“El que hizo la tierra con su poder, el que puso en orden el mundo con su saber, y extendió los cielos con su sabiduría; A su voz se produce muchedumbre de aguas en el cielo,y hace subir las nubes de lo postrero de la tierra; hace los relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus depósitos.”
Entonces recuerda, cuando vamos al Rey nos estamos dirigiendo a un Dios grande, temible y misericordioso. Te podría describir muchas situaciones que he vivido y en la cual Dios ha manifestado Sus poderosas obras. ¡No tardes en buscarle! ¡Suyo es el poder por siempre y para siempre!
Ten cuidado, no realices el ministerio en tus propias fuerzas, en tu propio conocimiento. Cuando me invitan a dar un testimonio, una enseñanza, una capsula de oración, cuando tengo que orar delante de la iglesia, cuando tengo que dirigir cualquier cosa… ¿Qué hay en mi corazón? ¿Tengo la suficiente confianza para elaborar la instrucción en mi poder, en mis propias fuerzas? O ¿estoy débil, necesitando ir a correr al Trono de la gracia para encontrar el favor de Dios cuando le suplico? Esta es la mejor opción, esa es la clase de corazón que Dios quiere que tengamos para ser dependientes de Él, para implorar que Él nos dé Su poder al hablar, al enseñar, que nos dé Sus Palabras para que puedan llegar a la mente y corazón de otros, luego de implorar, hasta entonces puedes prepararte, informarte sobre el tema, estudiarlo, pero lo primero será pedir, desear, anhelar que Sus Palabras sean las que expongamos y digamos.
2a Corintios 12:9
“Y me ha dicho: «Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad.» Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en insultos, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”
¡Dios obra en tus debilidades cuando le clamas, reconocelo en todos tus caminos y El enderezará tus veredas!
Con el amor de Cristo,
Helen de López