En la era de lo “rápido e inmediato”, qué difícil puede ser esperar en los asuntos relacionados con las respuestas a las oraciones, y la fe. Digo la fe, porque cuando se trata de esperar, es esperar confiando y en confianza a Dios. En el panorama ideal queremos orar hoy y tener las respuesta ya. Esperar no es parte de la cultura del momento, y por lo tanto, no queremos que sea parte de nuestra cultura de fe. Lo atinado para hoy es “lo deseo ya lo obtengo ya”. Compras en línea, atención al cliente, aplicaciones para dispositivo, envíos a domicilio, envíos a domicilio en tiempo súper rápido, en fin, nada de esperar, nada de demoras, nada de paciencia. Cuando eso lo trasladamos a la vivencia espiritual viene el caos, porque aunque Dios tiene la capacidad de responder inmediatamente, y lo hace, si somos honesto tendremos que reconocer que la mayoría de veces las respuestas toman tiempo. ¿Por qué debemos ser pacientes para esperar las respuestas de Dios?:
- Precioso Fruto.
“Por tanto, hermanos, tengan paciencia… Miren cómo espera el agricultor a que la tierra dé su precioso fruto…”. Santiago 5.7 (Énfasis del autor).
El resultado final no es algo simple, lo que Dios está produciendo es un Precioso Fruto. ¿No es cierto que las cosas valiosas toman tiempo?, así es, las cosas que valen la pena por lo general no se hacen a la ligera ni por casualidad. Las grandes obras de la literatura y el arte no nacieron de la noche a la mañana, tomaron tiempo. Usted es una obra de arte, una pieza de alto valor, lo que Dios está haciendo en su vida es valioso, fuerte, hermoso, es una obra de alto nivel de dignidad y honor. Cristo está formando a su esposa, sin mancha y sin arruga, perfecta y digna. Usted no es cualquier cosa, usted es un PRECIOSO FRUTO, usted vale mucho, y por eso habrá que ir paso a paso con paciencia. Que la espera valga la pena.
- Procesos.
“Por tanto, hermanos, tengan paciencia… Miren cómo espera el agricultor a que la tierra dé su precioso fruto y con qué paciencia aguarda las temporadas de lluvia”. Santiago 5.7 (Énfasis del autor).
Para Dios la palabra “Procesos” es importante. La espera es parte de los procesos. Esperar las temporadas de lluvias es respetar los procesos, no se siembra ni antes ni después de la temporada, hay que respetar los procesos. Al esperar aprende a confiar, a través de la prueba aprende a escuchar a Dios en su Palabra, en el día a día de la oración en la madrugada aprende la diligencia espiritual. Grandes cambios se forjan mientras espera: humildad, respeto, bondad, responsabilidad, fuerza, etc. El agricultor sabe que no puede sembrar la semilla ahora y esperar cosecha mañana. El apasionado del ejercicio no inicia levantando cientos de kilos, con paciencia comienza el proceso e irá viendo los cambios en sus músculos, y mientras avanza, el proceso le enseña la forma de producir y mantener los cambios.
Recuerde se necesita paciencia para tener fruto, así es, algunas cosas necesitan tiempo para disfrutar sus beneficios. La palabra clave es PACIENCIA. Tenga paciencia, usted tendrá la respuesta.