“Porque tuyo es el reino, y el poder y la gloria, por todos los siglos. Amén…” (Mateo 6:13)
Anteriormente les compartí sobre pensar y meditar de cuán grande es la gloria del Señor, cuán grande son sus asombrosos hechos. Él es el único que puede desarrollar generación tras generación de seres humanos, todos especiales y únicos.
Muchas veces, en nuestro diario andar, nos dicen que hemos realizado algo bueno, los demás nos elogian ¿y qué hacemos nosotros? Sonreímos y agradecemos, pero no decimos nada acerca del Señor. Déjame expresarte el tremendo error que cometemos, cuando tú y yo no apren- demos en tales circunstancias a glorificar el nombre de Dios, ya que no solamente se trata de un claro y evidente acto de ingratitud y deslealtad al Rey, sino la forma más torpe de desperdiciar la oportunidad de testificar de Él.
Salmo 29:2
“Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad.”
Te comento que otra manera de adorarlo es andando en santidad, es decir, vivir continuamente en obediencia a Su Palabra. ¡Clamemos porque nuestras vidas, nuestro matrimonio y el comportamiento de nuestros hijos puedan ser fragancia grata a Dios!
Muchas veces podríamos caer en el error de hacer cosas para que los hombres nos vean, queremos exhibir nuestra habilidad, queremos ser reconocidos, tener la aprobación de ellos. Si esto pasa en nuestro corazón, po- demos clamar al Señor pidiendo Su perdón, cambiando de aptitud. Al Señor le agradan las cosas en la intimidad, hasta cuando oramos, no tenemos que andarlo divulgando a otros, pues nuestro Jesús dice en Mateo 6:6: “Más tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”
Juan 5:44 Dice:
“¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?”
¡Alabado sea, que su gloria permanezca ahora y siempre, que El Padre sea glorificado en nuestras vidas, que nosotros siempre hagamos todas las cosas para la gloria de Él!
¿Estás dispuesto a darle la honra y la gloria debida al Padre? Clama para poder hacerlo porque La Biblia dice en 1 de Corintios 10:12 “Así que el que piensa estar firme, mire que no caiga”
Con el amor de Cristo,
Helen de López