El hombre sanguinario es el cruel y violento, el que provoca derramamiento de
sangre. Pero es curioso que para Jesús el mandamiento de no matarás se rompe con
solamente enojarnos contra nuestro hermano o al decirle necio o fatuo, ya hemos
quebrantado ese mandamiento. Cuán importante es para nosotros evaluar nuestra
actitud hacia las personas intachables, una forma diferente de explicar al perfecto
que aparece en la oración de este día. Si somos rectos, buscaremos el bien de esas
personas que han guardado su testimonio de manera irreprensible. Sé benigno con
Sabiduría en Acción.