“Muchas personas que vinieron antes que usted buscaron el éxito y nunca lo encontraron. Pensaron que era algo que podían encontrar al final de una larga búsqueda. Algunos creyeron que era una relación que debía ganarse. Otros supusieron que era una posición que debía tenerse o un objeto que se debía poseer. Pero el éxito no es nada de eso. No es un destino al que puede llegar. Es un proceso, un viaje que debe tomar. Y usted lo hace día a día. Éxito es conocer su propósito en la vida, sembrar semillas que beneficien a otros y alcanzar su máximo potencial”. John Maxwell.
Si el éxito fuera un destino, alcanzar su próxima meta definiría el principio y final del mismo. Si el éxito fuera un destino, no alcanzar sus objetivos sería la marca de su fracaso permanente. En realidad, el éxito es un viaje, una jornada diaria que le permite alcanzar y volver a empezar, fallar y volver a intentar. Es una jornada que te impulsa a continuar, y si fallaste, sacúdete el polvo y vuelve a intentarlo. Éxito es una jornada, cada día es una nueva oportunidad de tener éxito.
Entonces, ¿cómo va tu jornada con tu hijo?, ¿y el viaje que estás recorriendo con tu esposa?. ¿Cómo va ese negocio que has soñado o el examen que presentaste?. Ayer ya pasó, hoy es una nueva oportunidad. Si con la idea de la semana pasada no lograste conectar con tus padres, hoy puedes intentarlo otra vez. Si todo salió de maravillas no caigas en la trampa de la pasividad y el acomodamiento, hoy debes luchar para continuar en tu estación de victoria, aún no has terminado. Ser exitoso no se define en una jugada, se define al final de toda tu jornada. QUÉ ALIVIO saber que no has terminado, nada ha terminado, continuas en el juego.
Por último, , “en la era del éxito”, cuando todos lo buscan y se juegan la vida por él, no te pierdas ni te confundas. El éxito es vivir en el centro de un plan eterno, en el propósito de Dios. Podríamos llevarnos la sorpresa que al final, el asunto no tenía que ver con números, ni cantidades, tampoco posesiones, todo se trata de un plan que se busca, encuentra y vive.
“Conclusión del discurso: todo ha sido dicho. Teme a Dios y observa sus mandamientos: allí está todo para el hombre”. Eclesiastés 12:13. Biblia Latinoamericana 1995.