Fue hace algo así como 70 años. Nuevamente, las Naciones Unidas (y bajo el liderazgo de Gran Bretaña), firmaron y declararon formalmente el establecimiento del estado de Israel.
Pero como una especie de “pato cojo” se olvidaron del establecimiento de un estado palestino… y las consecuencias de tal improvisación la viven y la mueren palestinos y judíos casi todos los meses.
¿Por qué Israel se opone a una Palestina independiente y autónoma? Primero, porque existe el temor de la introducción de armas sofisticadas (misiles “inteligentes”, bombas estratégicas de blanco limitado, drones y artefactos teledirigidos y armamento pesado) que en manos de grupos extremistas pondrían en jaque la estabilidad política de líderes duros del Israel moderno, además de las pérdidas de vidas humanas en los 9 millones de viven allí (misma cantidad de habitantes para los palestinos).
En segundo lugar, para las potencias actuales, Israel es el perfecto policía que juega un papel fundamental en mantener el equilibrio y la paz en el mundo árabe. Los Estados Unidos sólo y desde 1960 han enviado a Israel 120 mil millones de dólares y anualmente recibe 5 mil millones, además de cientos de millones para hospitales, escuelas, programas de intercambio comercial y otros.
La administración del presidente Biden ha mantenido hasta ahora una política casi neutra, aunque sugiriendo el cese de la anexación de nuevos territorios bajo del dominio de Israel.
Los países árabes, por su parte, han disminuido de 130 millones de dólares del año pasado a poco más de 30 millones de dólares este 2021. Mientras tanto, las vidas humanas de palestinos e israelitas valen tanto como los acuerdos de paz que se rompen a cada instante.
Dejo, para terminar este artículo, las palabras y pensamientos de la teóloga chilena, Elizabeth Green Maturana: “Por mi historia personal, he estado más cerca de la historia, tradición y cultura judía. Me quedo con la oración del Shabat a la que me uní ayer de una comunidad judía, donde rezamos el kadish (oración de duelo) por judíos y palestinos. Con la invitación a pensar que muchas veces en nuestra historia, los liderazgos políticos toman decisiones que les hacen daño tanto a los que consideran los suyos como a los supuestos «enemigos”. Desde mi sentir personal, puedo decir que después de leer a Paulo Freire, quien habla de la liberación tanto del opresor como el oprimido, para lograr la liberación de toda la humanidad es algo en lo que debemos reflexionar. Hablar acerca del dolor del pueblo palestino y su sufrimiento no me hace antisemita. Me quedo con las palabras de Ester Regina Cohen Salgado : Todos sufrimos en esta situación pero también todos somos responsables. Y también me uno a su oración por paz para toda la humanidad”.
(guillermo.serrano@ideasyvoces.com) Lunes 17 de mayo, 2021.