Por: Silvia Melgar
La mujer fue creada para ser la compañera del hombre, lo que quiere decir que a la hora de casarse debe identificarse con su esposo y ayudarle. En Proverbios 31, habla de una mujer de carácter noble, que hace todo lo que está en sus manos para cuidar de su familia, ya que ella trabaja duro para el bienestar de su casa y poner orden en su familia. Se muestra lo trabajadora que es porque también labora en una industria aparte para ingresos adicionales.
En ninguna parte de la Biblia prohíbe que las mujeres trabajen fuera de casa. Sin embargo, la Biblia sí enseña lo que deben ser las prioridades de la mujer. Si el trabajar fuera de casa, ocasiona que la mujer descuide a sus hijos y esposo, entonces está mal que esa mujer trabaje fuera de casa. Si una mujer cristiana puede trabajar fuera de casa, y aun así brindar un ambiente de amor y cuidado para sus hijos y esposo, entonces es perfectamente aceptable que una mujer trabaje fuera de casa. Por lo tanto, debe haber un equilibrio en cuanto su acceso al empleo, a la formación y al desarrollo profesional, así como las condiciones de trabajo destinadas a eliminar toda discriminación tanto directa como indirecta en el mundo laboral, incluyendo la posibilidad de acciones positivas.
Para la Pastora Roxana de Anaya, la mujer debería de tener una manera de laborar sin descuidar su familia, tener las mismas oportunidades. “Como cristianos quisiéramos tener una ciudad cristianas movernos en ella, sin embargo lidiamos con la actualidad en donde tenemos que prepararnos más para tener buenas oportunidades e iguales que el hombre”. Expresó.
La pastora, mencionó que aunque como mujeres físicamente somos menos corpulentas nuestra fuerza interior es grande ya que también somos multifuncionales. Para que no seamos víctimas de un mal trabajo necesitamos capacitarnos más, desarrollarnos mejor y más en un mundo tan avanzado en el que estamos, y que nos somos frágiles, como dice la frase: “vaso frágil” más bien se refiere al hecho que somos seres sensibles, entregadas y leales tanto en la familia como en nuestras iglesias. Además podemos buscar la forma de trabajar por hora ya que somos nosotras quienes instruimos a los hijos y quienes levantamos las iglesias.
Además agregó, que la mujer no debe sentirse menos que un hombre ya que cuando este falta, es ella la cabeza de hogar y para esto debe aprovechar las oportunidades que se le presenta. “La vida de la mujer es por estación para que nos preparemos, estación para formarse, parar y hacer que nuestra descendencia aprenda lo que hemos sembrado en ellos”.
Mirna de García quien es una profesional que labora en una constructora, nos habla sobre porque las mujeres no tenemos en muchas veces las mismas oportunidades que el hombre, y es que para ella esto es cultural comparativamente una mujer con las mismas características a un hombre en cuanto a conocimiento, estudios, habilidades y experiencia, recibe un salario menor solo por el hecho de ser mujer. Sin embargo, en la última década esta brecha se ha ido reduciendo considerablemente, observamos mujeres en cargos directivos en la empresa privada y gobierno y además se han abierto oportunidades que la misma mujer ha provocado: el emprendimiento, ideas geniales de generación de ingresos, que permiten a la mujer desarrollarse de manera exponencial con sus habilidades.
Al cuestionársele sobre qué representa que una mujer pueda desenvolverse en una área predominada por hombres ella contesto: “Las mujeres somos valientes, inteligentes y multitareas; podemos realizar cualquier labor que se nos encomiende. Lo que nos diferencia con los hombres es la fuerza y lógicamente las características biológicas y físicas con las que Dios nos creó”. Dijo que las mujeres somos una muestra de que somos capaces y altamente calificadas para diseñar, construir, sistematizar incluso dirigir una empresa o una nación entera. Sin embargo debemos romper barreras ya que no hay imposibles para Dios.
¿Le fue difícil estar en un trabajo donde quienes predominan son los hombres?
“En mi caso, no fue difícil. Se requiere carácter, disciplina, conceptos claros, valores firmes y una actitud de conquista y de seguridad ante un grupo de personas acostumbradas a recibir instrucciones de un líder hombre. Es realmente fascinante incursionar en un mundo que nos rete y nos aliente a seguir adquiriendo conocimientos y aprendemos a trabajar en equipo con hombres y mujeres de valor. La clave es tener en mente siempre que somos mujeres de éxito, Dios nos hizo así”.
Para Mirna, la familia es fundamental. El cuido, protección, amor y comunicación con los hijos y esposo no debe faltar. Ya que cuando los hijos están pequeños, es conveniente estar en casa para cuidar de sus primeros meses o años, donde se afirman valores y se les educa con amor y disciplina. Pero una madre puede estar de acuerdo con su pareja para poder buscar un empleo en donde no pueda descuidar a sus hijos y sin dejar a lado las labores de casa son responsabilidad de todos, desde cocinar, lavar, ordenar y limpiar, lo hacen todos. Si este apoyo existe en casa, la mujer se sentirá mucho más motivada para seguir adelante conquistando sus sueños y ayudando a los suyos a obtenerlos.
Añadió al final que nada ni nadie detenga nuestros sueños de mujer hemos sido diseñadas por Dios para amar, procrear, ser brillante en lo que realicemos. Fabuloso es montar industrias como ingeniera mecánica o construir puentes como ingeniera civil, o diseñar sistemas de generación de energía como ingeniera eléctrica, todo lo soñado se puede realizar porque Dios está al frente. Y que nuestra labor la hagamos con excelencia, sin perder jamás la feminidad, la sutileza y la bendición de ser mujeres.